La desaladora propuesta para Empalme - Guaymas no sustituirá al acueducto Independencia pues no surtirá de agua a Hermosillo, pero se insiste en ello para eludir la responsabilidad que tiene el Gobierno del Estado en la operación del acueducto, afirmó Abel Castro Grijalva.

"Quieren tapar el sol con un dedo. A mí no me convencen con lo de la desaladora, incluso el secretario de Gobierno (Miguel Pompa Corella) dijo que no necesariamente se iba a cerrar el acueducto cuando tengamos agua desalada", añadió el dirigente del sector social de la agricultura.

Es muy difícil que lleven agua de San Carlos a Hermosillo, además si no se pone orden siempre va a hacer falta agua en Hermosillo, comentó.

"Aquí contra quien estamos luchando, y ya se lo dijimos a la Gobernadora, es contra el Estado y la Federación, son un equipo para hacer legal llevarse el agua del Valle del Yaqui", agregó.

"A mí no me juegan el dedo en la boca, eso de que la desaladora es una solución. Eso no es cierto, es una bronca, será carísimo llevar agua a Hermosillo y para lo de la desaladora faltan varios años mientras que a la Gobernadora sólo le van a faltar tres años".

"Nomás con los tiempos, saquen conclusiones, esto es una lavadita de coco, tenemos que seguir con la lucha legal y buscar otras opciones", insistió.

Las palabras de Castro Grijalva fueron en contra de las pronnunciadas momentos antes por el presidente del Distrito de Riego Río Yaqui (DRRY), Antonio Fornés Gastélum, y el representante legal del movimiento No al Novillo, Alejandro Olea Güereña, quienes insistieron en culpar a la Federación por la permanencia del acueducto y elogiaron la decisión de la gobernadora Clauida Pavlovich para construir la planta desaladora de Guaymas - Empalme.

Fornés leyó el comunicado oficial del DRRY donde se acusa a las dependencias federales Semarnat y Profepa por desacato ante la orden judicial de detener el acueducto.

El abogado Alejandro Olea secundó al presidente del DRRY y repasó las resoluciones judiciales a favor del No al Novillo que no han sido cumplidas por el gobierno federal.

Tanto Fornés como Olea, y posteriormente Alberto Vizcárra, encomiaron la decisión de construir la desaladora y ponderaron esta medida como la solución viable para el conflicto del agua.

Sin embargo, la intervención de Castro Grijalva cambió el enfoque del problema al subrayar la responsabilidad del gobierno estatal al permitir que siga operando el acueducto Independencia.

A Castro lo secundó el expresidente del DRRY Aquiles Souquet quien expresó:

"La desaladora será para Guaymas, Empalme y San Carlos, pero no alcanzará para Hermosillo y lo sabemos pero muchos no se atreven a decirlo".

Consideró que hay un desorden en la cuenca del río Sonora que nadie resuelve, "hay robo de agua, hay que decirlo claro", y de allí proviene el mantenimiento en operaciones del acueducto.