Hace unos días por cuestiones de la realización de un trabajado académico escuchaba a un hombre, drogadicto, de poco mas de 40 años de edad y con más de veinte años en la actividad y se expresaba así :
“En Cajeme habemos más de 10,000 drogadictos, “foquémones” y de todo lo que apendeje y cada uno gastamos entre 200 y 500 pesos diarios, unos tal vez mas”.
Parecido a esto, fue un comentario que hizo el alcalde de Cajeme en el que referenciaba que hay en el municipio alrededor de 15,000 drogadictos.
Cinco mil más que el que señalaba anteriormente.
El primero, además, hacía referencia que la mayoría de los 10,000 drogadictos que a su juicio existen en Cajeme, no trabaja, pero si compra droga, enfatizó.
No hay que ser adivino para saber cómo es que se agencian recursos para comprar o adquirir las sustancias.
Así pues, haciendo un somero análisis de esto, puede destacarse lo siguiente:
Considerando entre los 10,000 usuarios de droga que decía el drogadicto y los 15000 que manifiesta el alcalde, sería una media de 12,500 y considerado un gasto de 250 pesos que haga cada uno de ellos en la compra de sustancias diarias, sería $3,125,000 de pesos por día que se estarían generando por la compra venta, que al mes alcanzaría una cifra de alrededor de los cien millones de pesos.
Así de fácil. Por lo tanto esa sería la cantidad mínima en pesos que se estaría manejando en este asunto. Tal vez el equivalente a ingresos generados por aproximadamente 300 pequeños comercios en que sus ingresos fueran de alrededor de los $300,000.00 pesos mensuales.
En el mismo asunto, un empresario manifestaba que al él le es muy difícil conseguir personas que deseen emplearse en su negocio, esto lo atribuía también a este fenómeno de la drogadicción en que la mayoría de los drogadictos van entrando a la etapa de la discapacitacion.
Siguiendo con este tema, de acuerdo con información publicada en los medios locales la gendarmería manifestaba que en Cajeme el problema de inseguridad no es tan grave.
Esta afirmación podría considerarse un tanto subjetiva.
Sin embargo, pese a que se diga esto, es decir que en Cajeme la inseguridad no es tan grave, argumentando que faltan los ingredientes de secuestro, extorciones cobro de piso etc. el sentir de la ciudadanía dice que si lo es, toda vez, que una gran parte de la población del municipio ha sido víctima, o hemos sido víctimas de robo en domicilio, asalto en las calles, asaltos en negocios, robo de vehículos, a mas de los de alrededor de ciento treinta crímenes cometidos en lo que va del año, incluyendo en estos varios feminicidios.
Tomado en cuenta la cifra de drogadicto que maneja el Alcalde, y la imperiosa necesidad que tienen ellos de consumir droga, se puede así vislumbrar una gran cantidad de robos, principalmente en domicilios. Sin embargo es bien conocido que en muchos casos los robos a domicilio no se denuncian tomando en cuenta la pasividad de quien tendría que investigar y resolver estos. Es decir, muchos de estos robos no entran a las estadísticas, favoreciendo por consecuencia los números manejados en las esferas policiacas.
Podría ser que el asunto de la drogadicción al igual que el alcoholismo se considerara como una enfermedad más que un vició, dado eso es el gran numero de centro de rehabilitación que a últimas fechas se han registrados, sin embargo habría que empezar con la repartición de culpas en este asunto , toda vez que algunas autoridades queriendo parecer con alto grado de moralidad tratan de acabar la difusión de narcos corridos alegando que estos influyen para mal en la sociedad, sin embargo las series de televisan, las novelas, las antiguas series, churros, donde la trama era un amor imposible, donde una muchacha pobre se enamora de un hombre rico pasando con ello infinidad de tribulaciones, al último el amor vence y son muay felices. Estas telenovelas cursis han dan paso a las series de temas de narcotráfico, enalteciendo a lo medianos y grandes capos sin que al parecer a nadie le interese este asunto, es decir a las autoridades.
Habría que preguntarnos si las policías investigadoras tienen capacidad de investigar los cientos y tantos crimines cometidos en lo que va de este año, los acumulados del año anterior, los cientos de robos de vehículos y los cientos de robos en domicilios.
Así pues ya sean los 10,000 o los 15,000 drogadictos que pululan en el municipio y considerando que tan solo una cuarta parte de ellos sean los que no trabajan para subsanar sus necesidades de droga, con perdón de los escépticos, los altos índices de delincuencia en el municipio se seguirán dando.
Una cosa que se denuncien y la otra es que los afectados acepten estoicamente la realidad de que fueron víctimas de un latrocinio, llámese robo de bicicleta, motocicleta, vehículo, asaltos en la calle, asaltos en comercio, robos en casa habitación etc. Las estadísticas de la delincuencia no podrán variar mucho.
Pero alegrémonos.
Mal, mal, lo que se dice mal en el aspecto de seguridad, no estamos.
Al menos eso es lo que las autoridades mencionan.