Gustavo Almada no descarta ni a Morena como una opción posible para su candidatura a la presidencia municipal de Cajeme, pero reconoce que lo más probable es intentarlo de nuevo con Movimiento Ciudadano.
Tampoco descarta que si se dan ciertas condiciones podría incluso abanderar al frente que integra ese partido con el PAN y el PRD. "Con cualquiera menos con el PRI", subraya.
Sin embargo desconfía de la mayoría de los partidos porque, dice, han demostrado que sólo sirven para defender los intereses de los grupos que los dirigen y ambiciones personales.
Por eso tampoco descarta la opción de una candidatura independiente.
"Si vemos puertas cerradas en los partidos, iríamos por la vía independiente, pero buscaremos primero en un partido", comenta el empresario que obtuvo el tercer lugar en la elección del 2015, un buen resultado para alguien que apenas debutaba en la arena política.
Derroches en Oomapasc
En el recuento de los problemas más fuertes de Cajeme coincide con todos: Es la inseguridad, la violencia que no cesa con su lista interminable de personas asesinadas.
Y enseguida los problemas que, según él, ha generado la mala administración o la desatención de las autoridades.
Menciona el caso del Oomapasc y la crisis que atraviesa este organismo como resultado de una administración deficiente o errónea.
"Tenemos una de las tarifas de agua más altas en comparación con otras ciudades, además los indicadores importantes del organismo están mal atendidos y nos cuestan a nosotros, tienen mucha merma y nos la cargan al usuario", comenta.
Ello se debe, explica, a una distribución ineficiente, mal sectorizada, y además derrochan recursos en rubros no prioritarios cuando deberían tener más ahorros para dedicarlos a la reparación de fugas, de tuberías y otra infraestructura.
Problemas similares aparecen en las áreas de desarrollo urbano y servicios públicos, pero apoya la concertación del servicio de recolección de basura a la empresa Tec Med.
Se han visto buenos resultados, dice y centra su reconocimiento en la decisión de quitarle al Ayuntamiento la carga que representan algunos trabajadores.
Después de las pasadas elecciones, Gustavo Almada no ha dejado de insistir en su proyecto personal de convertirse en Alcalde y realiza eventos públicos o visita a habitantes de las colonias populares. Sin embargo estas actividades tienen un obstáculo permanente: La resistencia de muchas personas a participar.
"La gente tiene miedo porque la amenazan con quitarles los vales de Progresa y el dinero que les dan de otros programas de gobierno si los ven participando con nosotros", expresa.
Hay que convencer a la gente que no va a perder nada, que va a ganar si participa, puntualiza.