Con la nostalgia compartida por los años de lucha barzonista, un grupo de amigos se reunieron junto a Juan Murguía para reiterarle afecto y el deseo sincero de que recupere su salud.
Murguía fue el primer beneficiario de la lucha barzonista en Cajeme, a él le salvaron la propiedad de su casa antes de un despojo inminente por parte de una institución bancaria, recuerda Germán Nafarrate.
Ocurrió en 1995, después del "error de diciembre del 94" y en pleno auge del Fobaproa, la medida que aplicó el Estado mexicano (Salinas recién ido, Zedillo recién llegado) para proteger a los bancos privados nacionales y extranjeros de una crisis económica profunda que al final pagó la sociedad mexicana entera ya sea a través del desvío de recursos públicos hacia los bancos y mediante los despojos que éstos hicieron en contra de sus endeudados cuentahabientes.
Ante los embargos masivos, la sociedad respondió con la creación del Barzón, un movimienro que pronto se extendió por todo el territorio nacional y llegó a Cajeme donde un buen número de personas de clase media y alta se enrolaron para luchar en contra de los inminentes embargos que ponían en peligro sus propiedades y negocios obtenidos, la mayoría, después de muchos años de trabajo y esfuerzo.
En Cd. Obregón los primeros barzonistas empezaron a reunirse para defenderse ante el embate bancario, y vinieron las primeras acciones exitosas pero también algunas con los errores naturales de un movimiento que apenas daba sus primeros pasos, relata Germán Nafarrate.
El barzonismo siguió adelante y tomó los cauces de otras demandas populares, casi todas de resistencia popular ante despojos realizados por consorcios privados y en muchas ocasiones por el propio gobierno.
La primera acción fue salvar la casa de Juan Murguía, ubicada en la calle Tehuantepec y donde tiene su modesto negocio de duros de cerdo. Se detuvo la agresión usurera y eso animó a muchos a unirse a la lucha barzonista.
Murguía fue uno de ellos y estuvo en correspondencia apoyando a todos aquellos que luchaban por salvar casas y negocios.
Él fue uno de los que pagaron más caro la osadía de enfrentar las injusticias. Un día, después de sortear amenazas con amparos judiciales, lo detuvieron los policías y lo llevaron al Cereso donde permaneció casi 40 días. En el encierro su salud se deterioró progresivamente y después sufrió una grave embolia.
Han pasado 22 años desde el inicio de aquella lucha y algunos barzonistas, como algunos damnificados de la caja de ahorra "El Arbolito", ya han pasado a mejor vida o son personas adultas con problemas de salud severos, como Juan a quien una embolia postró desde hace algún tiempo.
Este sábado, reunidos alrededor de Juan para darle ánimo y desearle su recuperación, los barzonistas de Cajeme y otros que vinieron de diferentes ciudades de Sonora, evocaron aquellos años de lucha, los peligros que enfrentaron, celebraron los éxitos obtenidos, y se comprometieron a luchar una vez más. Las injusticias no han terminado ni disminuido, por el contrario, se incrementaron al paso de los años, desde aquel ya lejano error de diciembre de 1994 y del inicio del Fobaproa que aún persiste.
Eso estimula el renacer del barzonismo, eso y la jornada electoral que se avecina.