La corriente del río que da forma a las Cascadas de Agua Azul se redujo. Los indígenas choles que habitan en ese centro turístico, ubicado en el municipio de Tumbalá, empezaron a observar que el río bajó su caudal, e igual constataron que las cascadas fueron perdiendo su fuerza y las pozas a bajar de nivel. Se dice que, río arriba, comunidades indígenas ligadas al movimiento zapatista habían desviado el cauce del río, sin embargo, esto no ha sido confirmado aún.