Surrealismo a la mexicana: En nuestro país no son los dirigentes obreros quienes pugnan por más aumento salarial: Son los patrones.
El reciente aumento de ocho pesos al salario mínimo ha sido cuestionado no tanto por los dirigentes oficiales de la CTM, central obrera del PRI, sino por los patrones agrupados en la Coparmex.
Para alcanzar la línea de bienestar el aumento anunciado esta semana debió elevar el salario mínimo a 95.20 pesos, cuando menos, expuso la Coparmex a través de un comunicado.
La Confederación Patronal, que reúne en su seno a miles de empresas, ve en el incremento un "avance limitado y de medio camino".
Los 88,4 pesos vigentes a partir de diciembre servirán para cubrir el 93% del monto necesario para alcanzar la línea de bienestar: una mejora respecto al 84% actual, sí, pero lejos de las expectativas generadas en las últimas semanas, sostiene la Coparmex.
"Ahora que desde el Gobierno federal se destacan las metas de generación de empleos, reiteramos que el reto de México no es solo lograr generar 1,2 millones de puestos de trabajo cada año sino que los mismos sean empleos de calidad", agrega la Coparmex en el duro comunicado en el que fija su postura.
Esta patronal ha sido uno de los actores más beligerantes con la necesidad de incrementar los salarios más bajos en México.
"El reto de México es la evolución ordenada de su mercado laboral para el abatimiento de la desigualdad", apunta.
Además la organización empresarial establece que el aumento salarial no impacta necesariamente en un aumento de la inflación, como señalan voces gubernamentales.
Los últimos incrementos en el umbral de los sueldos apenas han contribuido a aumentar la inflación, que se ha visto acelerada por otros factores como la depreciación del peso frente al dólar o el repunte en los precios de la gasolina y de los productos agropecuarios. Nada que ver con el salario mínimo.