El escritor Francisco Martin Moreno, quien a su vez se considera como un investigador y no como historiador, cuenta en una de sus obras, lo que ya otros autores y escritores lo han comentado o escrito, de cómo y de qué manera se dan y se han dado algunas de las grandes decisiones en torno al país, esto es, se han fincando en las traiciones.
Lo repetitivo en esto es, seria, o puede ser, según el tiempo en el que se les pueda ver; las traiciones habidas, antes, durante y después de la Revolución, todo en pos del poder político.
Esto también se da en el presente.
Para avizorar un poco de aquellos tiempos, se cuenta de la traición que Venustiano Carranza le hizo a Zapata, luego Carranza fue medido por la misma vara, por el General Álvaro Obregón y después este, ya encarrerado se cuenta de las traiciones que llevó a cabo contra Francisco Villa, contra Felipe Carillo Puerto, contra Adolfo de la Huerta y el General Francisco serrano, hay quienes dicen que también contra el General Fructuoso Méndez.
Luego tras de la muerte del General Obregón como chascarrillo, se cuenta que cuando se preguntaban quien habría matado al General, el cuestionado comentaba: “ Calles-e la Boca.”
De la boca de Ignacio López Tarzo, la manifestación del corrido se emana las versos del corrido de las traiciones políticas, en que alguien dibujó en su tiempo al país en que vivimos y a nuestros gobernantes:“Obregón le dijo a Calles, por el bien de la Nación, nos haremos los compadres, VIVA LA REVOLUCION “.
El concepto de la Revolución ha ido de poco a poco perdiendo su sentido en las esferas políticas y entre quienes hacen esta. Podría ser que entre los nuevos hombres que profesan la actividad política, desconozcan la historia misma de ella. Es un caso no muy remoto.
Así pues, las traiciones no tienen vigencia y en el mayor de los casos las tracciones se dan por el poder en sus diferentes manifestaciones.
Es decir, las traiciones y hablando de traiciones políticas pueden darse en cualquier momento, cualquier lugar, alguien pudiera decir que en el momento menos pensado, otros tal vez digan que en el momento mejor pensado.
El país de México sigue siendo el mismo de hace cien años, igual de sufrido, el pueblo igual de apaliado y día tras idea la clase política afana mas y mas por el poder. De aquí se derivan los rencores, las envidias, insidias, luego las culpas se entrecruzan, pretendiendo nadie ser culpable de lo que pasa y ocurre en mal de la nación.
El futuro presidente de México anda por estos días recorriendo el país, palmo a palmo, tal vez oyendo pero no escuchando, tal vez mirando sin ver. Su nombre tal vez sea, José, Andrés Manuel, Ricardo.
Todos los medios de información, cual uno solo, están llenos de estos nombres y de otros que embragan de alguna manera cerca de ellos. Sin embargo cada uno tiene su propio vértice con los cuales se encierra todo el mapa político y con ellos el poder.
Alejandro Gutiérrez, Manlio Fabio Beltrones, Aurelio Nuño, Miguel Ángel Osorio.
Luis Videgaray,. José Antonio Meade, Antonio Lozano, Bronco; Peña Nieto
Javier Corral Jurado, Ricardo Anaya.
Andrés Manuel López obrador.
Todos hablan de corruptos, corrupción, sin conjugar el “ verbo” en todos sus tiempos.
En todos y entre todos se dan las traiciones, entre hombres, entre partidos, siempre por el bien de ellos, particular y de partidos: No le hace que nos e hagan compadres.
Por eso no se sabe cuando le pueden tender una emboscada.
Dicen que a Manlio de algún lado lo quema el fuego amigo, que la traición lo ronda. Esto es cosa de verse.
Mientras tanto y así en calidad de mientras, decidió vivir con Amparo.