El aspirante presidencial, José Antonio Meade, alista un encuentro con el exlíder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones en la víspera de su visita a Sonora, señala El Universal.

Sería una especie de "operación cicatriz" para sanar la herida de un presunto distanciamiento entre Belrones y la cúpula del partido hoy en manos de Luis Videgaray.

Meade lo necesita. Su campaña no levanta y la distancia frente al puntero de las encuestas, AMLO, al parecer  ha ido creciendo en vez de acercarse.

Beltrones lo necesita. El caso de la traingulación millonaria a favor del PRI, destapado por el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, puso al exgobernador sonorense contra las cuerdas. Muchos daban ya por hecho el ocaso del poder beltronista en las filas del priismo.

En su defensa, Belrones deslizó una insinuación venenosa: Los envíos y desvíos de dinero que le achacaban a su dirigencia priista, "no los hace un  partido sino la Secretaría de Hacienda".

Entre líneas esto parecía un rompimiento y a la vez un desafío a la presunta y encubierta participación de la dirigencia nacional del PRI con el objetivo de deshacerse de Beltrones.

Pero la mediocre campaña del aspirante presidencial priista indica que el horno no está para bollos ni para divisiones. Y le urge a esta campaña operadores de la talla del sonorense.

Además, allí están los morenistas de primera fila -Monreal, Clouthier y Polvensky- traatando de atraer a Beltrones quien antes ya ha declarado que un triunfo de AMLO sería bueno.

Urge pues al candidato Meade garantizar la fidelidad de Beltrones.

El encuentro en Hermosillo, dicen los columnistas nacionales, está pactado desde ahora y será para anunciar la alineación del beltronismo al proyecto transexenal Peña Nieto - Videgaray - Meade.

De ser así, quienes dentro del priismo sonorense habían creído que era la hora de deshacerse de Beltrones, deberán esperar a otros tiempos.