Comunidades de Álamos: San Vicente
Juan Carlos Holguín Balderrama / Cronista municipal de Álamos
Martes 10 de Abril de 2018

La comunidad de San Vicente se localiza a 35 kms al sur de la cabecera municipal. Está ubicada a los márgenes del río Cuchujaqui, en la ribera norte del mismo. Tiene una población de 78 habitantes, de los cuales 38 son hombres y 40 mujeres. Cuenta con servicios básicos de electricidad y agua potable, así como un preescolar y la escuela primara “Ramón Corona”. 

El nombre original del rancho fue San Vicente Ferrer, en honor al santo dominico nacido en Valencia en el siglo XIV, aunque ya desde finales del siglo XIX se le conocía solamente como San Vicente, nombre que conserva hasta nuestros días.

 

 

El dato más antiguo que se tiene es la expedición del título de propiedad el 20 de julio de 1833 en el que se declara propietario a Ignacio Almada y Alvarado, de un área de “un sitio menos tres cuartos de caballería” que equivalía a 1,723 hectáreas aproximadamente. 

Ya para el año de 1892 aparecen como propietarios los hermanos Quirino y Toribio Corbalá y cinco años después, en julio de 1897, Quirino compró a su hermano los derechos del rancho quedando entonces como único dueño. 

 

 

Según un libro sobre la situación económica de Sonora, publicado en 1910 y de la autoría de Pedro N. Ulloa, San Vicente era entonces propiedad de los sucesores de Quirino Corbalá y contaba con 500 cabezas de ganado bovino y 90 caballar. 

También señala que los Corbalá producían harina con el trigo que ahí mismo cosechaban, para lo cual tenían instalado un molino harinero que funcionaba con máquinas de vapor, empleaba a 10 hombres y tenía un capital invertido de 15,000 pesos. 

Desconozco si a la fecha quedan rastros de esta industria que dejó de funcionar durante la revolución. 

 

Ya para el año 1932, el propietario de la hacienda o rancho San Vicente (también nombrado en los documentos como Capitahuaza) era el señor José A. Limón, quien tuvo que defender sus intereses ante el intento del estado por expropiar para repartir las tierras. 

Cuatro años después sus hijos, el general Gilberto R. y el coronel Ramón Limón, sufrieron la pérdida de 168 hectáreas de terreno para la conformación del ejido Jerocoa, de esas hectáreas 75 eran de siembra de temporal por colindar con el río Cuchujaqui. 

 

 

En 1938 el gobierno nuevamente intentó expropiar el terreno alegando la falta en el pago de impuestos para lo cual puso en almoneda pública las 3,376 hectáreas de San Vicente, no logrando su cometido. 

Posteriormente, en 1951, lo hermanos Limón lo vendieron al señor Manuel J. Limón Márquez quien murió cuatro años después, tiempo en el cual dotó a los campesinos del lugar de 700 hectáreas aproximadamente. 

Luego de la muerte de Limón el resto del predio se dividió entre sus herederos. 

 

Tres décadas después, el 23 de abril de 1985, el presidente Miguel de la Madrid finalmente dotó a los habitantes de San Vicente de 1,313 hectáreas, tomadas de la siguiente manera: 

898 hectáreas del predio San Vicente o Capitahuaza propiedad de la sucesión de Manuel J. Limón; 130 del predio Los Norotes propiedad de la familia Morales; 100 del predio Los Capopropiedad de las familias Ramos y Ochoa; y 184 del predio Conisaca propiedad de las familias Córdova y Borbón.  

Esta superficie se distribuyó entre 34 ejidatarios. 

 

 
 

Copyright © 2006-2025. Todos los Derechos Reservados
InfoCajeme
www.infocajeme.com