Las empresas Maseca y Minsa sí están usando maíz transgénico en los productos que venden en México, a pesar de que han declarado lo contrario, afirma la organización ambientalista Greenpeace.
Para Maseca no es la primera vez que se denuncia la presencia de OGM en el DNA de sus productos, pues ya en 2005 organizaciones ambientalistas de Nicaragua habían demostrado que la harina de maíz de esta empresa no era cien por ciento natural.
La Alianza Centroamericana de Protección a la Biodiversidad, tomó muestras de los cereales distribuidos en las escuelas en los municipios de Siuna y Jinotega, luego de que muchas niñas y niños de Siuna presentaron problemas digestivos, diarrea, vómito y algunas formas de alergia.
Ellos estaban consumiendo los alimentos proporcionados a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA), que a partir de 2004, llegó al municipio para apoyar a la población del lugar.
Autoridades y maestros acudieron al Centro Humboldt para ver si era posible hacer una investigación sobre la composición de estos alimentos que se estaban dando a las y los estudiantes y efectivamente se descubrió, luego de un análisis riguroso, una alta presencia de transgénicos.
Las muestras, analizadas por el laboratorio GENETIC-ID, ubicado en el estado de Iowa, EU, resultaron contaminadas con una partícula transgénica identificada como Bt Mon GA21.
Al investigar los canales de distribución encontraron que los productos consumidos en Jinotega provenían del programa gubernamental "Alimentos por Educación", donados por "el pueblo y gobierno de los Estados Unidos", a través del "Project CONCERN Internacional PCI Nicaragua".
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