Guadalajara, Jal.- Seis personas, en su mayoría abogados, fueron ejecutadas anoche en un edificio de oficinas de la colonia Providencia, en un hecho inédito en la historia reciente de la ciudad y en un crimen que diversas fuentes vincularon al narcotráfico.
Las autoridades no informaron de avances en las investigaciones, salvo por dar a conocer los nombres de las víctimas, entre las cuales se incluye a dos mujeres heridas.
Los muertos fueron identificados como Luis Fernando Rangel Romo, abogado, de 39 años, y quien sería concuño del subdelegado de la PGR en Nuevo León; su hermano Antonio Rangel Romo, de 43 años; Raúl García Valencia, de 45 años (dueño de un despacho en el edificio); Martín Torres Siordia, de 30 años (quien se cree que es hermano de una agente del MP federal, Guadalupe Torres Siordia), Teodoro Franco Suazo y Leticia Gutiérrez Tirado, de 26 o 27 años de edad. Todos, excepto Franco Suazo, serían abogados.
Las dos mujeres heridas fueron identificadas como Melissa Ivón Huaracha Ortiz, quien fue llevada al Centro Médico de Occidente del IMSS; y Brenda NN, secretaria que apenas tenía quince días en el despacho y cuyo estado se reporta grave.
Testigos informaron a Público anoche que numerosos policías estatales se presentaron al antiguo Hospital Civil de Guadalajara, donde está internada Brenda NN, y que sacaron a pacientes del área de terapia intensiva.
Personal de Comunicación Social del Hospital Civil negó esto último, si bien precisó que dos pacientes fueron dados de alta y enviados a piso para evitar que la situación los estresara.
También aclaró que hay doce pacientes en esa área del nosocomio, contando a Brenda NN, quien sería llevada de nuevo a quirófano antes de las 2:00 am. Al parecer tenía un impacto de bala en el cráneo con orificio de salida, lo que favorecía un copioso sangrado que hacía peligrar su vida.
El ataque fue cometido entre las dos y las cuatro de la tarde, según lo que dijo anoche a reporteros, al visitar el lugar de los hechos —Filadelfia 1075, a cuadra y media de López Mateos—, el procurador de Justicia del estado, Tomás Coronado.
Vecinos reportaron haber oído balazos cerca de las 17:10 horas y entonces avisaron a la policía.
Otros testimonios señalaron que cuatro personas armadas fueron vistas entrando al edificio.
Como sea, los responsables atacaron a las víctimas en el despacho de Raúl García Valencia, ubicado en el penthouse del edificio de tres pisos, y donde fueron hallados los cuerpos luego.
Al parecer, los atacantes permanecieron una hora o una hora y media en el sitio con los hoy occisos, donde los habrían baleado con silenciador —los cuerpos presentan uno o dos impactos de bala como máximo—, y al salir se encontraron con las otras dos mujeres, a las que atacaron en el momento; de allí que, en esa ocasión, vecinos sí oyeron disparos.
Ninguna autoridad dio información sobre líneas de investigación para el caso: ni el procurador estatal, ni comandantes de la Policía Investigadora, ni Macedonio Tamez, director de la Policía de Guadalajara, quien llegó al sitio cerca de las 17:30 horas.
No obstante, se manejaron hipótesis extraoficiales. Una de ellas señalaba que los abogados ejecutados habrían llevado la defensa de Iván Archibaldo Guzmán Salazar —hijo de Joaquín el Chapo Guzmán Loera, líder del cártel de la droga de Sinaloa—, quien estuvo preso en Jalisco desde que se le detuvo en 2005.
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