Un abrazo solidario a la familia del buen colega y mejor compa, Daniel Gutiérrez Ledezma.
De la mano de Andrés Manuel López Obrador, otra vez en el Sur de Sonora consiguen la victoria candidatos que se ubican en la geografía política de la izquierda, compuesta por activistas sociales, la lucha campesina y defensa de los derechos humanos.
Pero hoy la llamada “ola pejista” fue arrolladora en todo Sonora por el carisma del tabasqueño que terminó por “arropar” a lo bueno, lo malo y lo peor de la “bola”, no exenta de arribistas y oportunistas de nombres y trayectorias impresentables.
En 1997, como dirigente nacional del PRD, López Obrador implementó las famosas Brigadas del Sol que iban casa por casa y mediante una encuesta le recordaban a la gente temas que le dolían, como el alza al IVA, Fobaproa y la devaluación por el error de diciembre.
En aquel proceso se ganaron las alcaldías de Ures, Guaymas, Empalme, San Ignacio Río Muerto, Bácum, Benito Juárez, Huatabampo, Etchojoa, Navojoa y el PT gobernó Benjamín Hill. Salvo contadas excepciones, la experiencia no fue positiva en sus resultados, como tampoco lo fue la marca PAN en el Gobierno del Estado.
Ahora se entregó el periódico Regeneración, alusión al impreso delos Flores Magón y las 150 visitas diarias a domicilios que les pidió el Peje a los candidatos de Morena, donde se destacaba lo del Gasolinazo, las reformas estructurales y la corrupción peñista.
Es tal es descalabro para el grupo en el poder en Sonora, el triunvirato Beltrones-Mazón-Pavlovich, que Morena gobernará el 86% de la población, mientras que el PRI se quedó con los municipios de la sierra y la alianza PAN-PRD con Huatabampo. Del Congreso ni hablar.
El reto es que los ganadores logren un acuerdo para gobernar más allá de sus filias y sus fobias. Porque el mandato fue claro: el electorado reprueba las formas de hacer política, los gobierno de cuates, compadres y de “moches” que posponen o regatean las demandas ciudadanas.
El riesgo es que se mareen y se conviertan en lo que tanto han criticado: el PRI-gobierno y su consabida mafia del poder, que en aras de la IV transformación, la ola por el cambio se convierta en una “bola” de rapiña, una degradación de la Revolución Mexicana.
Si los revolucionarios utilizaron los vagones del tren para transportar a la tropa, esta vez fue el celular el medio de comunicación que activó el hartazgo social hacia el regreso del PRI y su sistema corrupto, incluida la oposición, empresarios, clero y grupos criminales.
No hay pretextos, el electorado fue generoso en votos para impulsar la transformación del país. Desde la época de Salinas un presidente no tenía un escenario tan favorable. Mientras tanto, el ciudadano debe participar como vigilante a que se cumpla con lo ofertado.
Frente a todo pronóstico, el país ocupaba una sacudida para imaginar que es posible construir un país más justo. Hasta que la dignidad se haga costumbre y no la excepción de la regla.