Será?
Claudia Artemiza Pavlovich Arellano, gobernadora del estado no tiene quien le escriba, esta sola en el palacio de gobierno y parece no darse cuenta de ello.
La barrida que el movimiento social encabezado por MORENA dio en el estado, saco de la escena política a los partidos tradicionales PRI y PAN, desplazo a quienes se ostentaban como la clase gobernante, política y económica en Sonora, para ubicarlos en su exacta dimensión, como representantes de ellos mismos, de nadie más.
En la práctica la gobernadora esta políticamente cercada por una próxima legislatura estatal con mayoría opositora en el Congreso del estado, que se integrará hasta el momento con 20 diputados de mayoría relativa de MORENA y uno del PRI, más los de representación proporcional que no modificará en absoluto la mayoría de MORENA, lo que implica que en la segunda mitad de su mandato tendrá un fuerte contrapeso en el poder legislativo, con el cual tendrá que negociar temas torales para la implementación de las políticas públicas estatales, tales como el presupuesto, obra pública, servicios, atención a la ciudadanía y demás que tienen un impacto directo en la población y que desde luego dejarán de ser un escaparate para ella.
Por si fuera poco, la gobernadora territorialmente también esta acotada, los principales municipios del estado estarán administrados y gobernados por MORENA, con los cuales tendrá que negociar la distribución del presupuesto estatal so pena de tener conflictos en puerta, pues a los municipes les será más fácil endosarle la falta de solución de los añejos problemas en sus municipios arguyendo desinterés o conflicto o parcialidad o incapacidad de la ejecutiva estatal para contribuir a la solución de los mismos
Sin duda Claudia Artemiza Pavlovich Arrellano, jamás tuvo una lectura de lo que pasa, o pasaba, en el estado, sus jilgueros, funcionarios, grupos de interés o personajes de su cuarto de guerra o adjunto, la engañaron, le mintieron y ella se dejo llevar por el no pasa nada, no se percató del hartazgo social de la decadente justicia judicial, administrativa y laboral, que ha privado a la mayoría de los sonorenses de la más elemental justicia, por la injerencia descarada de los grupos de interés a través de sus despachos de abogados sicarios que doblegan a los justicieros, con el beneplácito estatal y todavía hacen gala de ello.
Ante este lamentable estado de cosas para ella, lo único que le queda es pedir la renuncia total a su gabinete, que le permita armar su equipo para esta nueva etapa, en la que va necesitar verdaderos operadores políticos, con un mínimo de credibilidad que los actuales no tienen, deshacerse de sus empresarios consentidos, artífices de la prepotencia y corrupción, establecer un dialogo e interlocución responsable y reconocer que no tiene el sartén por el mango, para llevar la fiesta en paz, pues debe de recordar que su programa carretero estatal con recursos federales la tiene en la mira de la Auditoria Superior de la Federación y su responsabilidad aún no prescribe.
No esta fácil el panorama para la gobernadora, y parece no darse cuenta de ello, solo así se explica que tarde salió a reconocer que MORENA, esta aquí en el estado para compartir el poder, a menos que opte por la política de la cooptación, que sería una ruta peligrosa, porque es notorio que personaje se prestaría para ello, aunque formalmente sea aliado de MORENA.
Texto difundido en redes sociales.