La percepción de la gente, por cierto, muy acertada, que ser un representante popular, ya sea diputado, presidente o gobernador, o prestar servicios en la administración pública, inmerecidamente, le permite a la mayoría de ellos, arribar a la abundancia económica, a privilegios que el común de los humanos, con su trabajo cotidiano, es imposible los obtenga.
Desde los gobiernos de Luis Echeverría Álvarez, a la fecha, toda la clase política y sus asesores, con muy pocas excepciones, viven en el paraíso, con jugosos sueldos, prestaciones y transacciones derivadas del tráfico de influencias, que les permiten tener elegantes residencias, vuelos constantes en primera clase, derroche, fiestas, en fin, incluso formar parte exclusiva del jet set.
La proporción en la calidad de los servicios prestados al pueblo y los beneficios económicos recibidos, aún resulta abismal; Entre negocios al amparo del poder y demás corruptelas, propició se formara una casta política, que prácticamente se adueñaron de buena parte de los recursos que genera el país. Eso fue factor determinante en el resultado del reciente proceso electoral.
Por increíble que parezca, la elección presidencial que está en vías de consolidarse el próximo 1º de diciembre con Andrés Manuel López Obrador como líder, anuncia que se acabarán todos los privilegios que hasta el momento disfrutan los encargados de la actividad política, y está girando instrucciones y recomendaciones para que domine la transparencia y la rendición de cuentas, que permitan realmente, aniquilar la corrupción derivada del servicio público.
Acabar con las ostentosas prácticas del ejercicio del poder, de los mercenarios de la política, no será tarea fácil, las inercias acumuladas, lo complicarán, incluso en espacios políticos que se consideran de izquierda, los aceptan con dócil normalidad.
¿Los gobernadores, senadores, diputados federales y locales, presidentes municipales electos a nivel nacional por el Movimiento de Regeneración Nacional, éste 1º de julio, estarán dispuestos a acatar las nuevas reglas de austeridad? En términos generales lo aceptarán, las condiciones fueron impuestas desde su declaración como candidatos, no hay reversa. Debe iniciarse la consolidación de una nueva forma de gobernar, indiscutiblemente no será fácil, pero la ruta está trazada, los candidatos electos en los diversos puestos de elección, deben poner en práctica el discurso expresado constantemente en sus campañas, la realidad los espera, los ciudadanos quieren que se les cumpla, de tal manera que en el año 2021 se evaluará la práctica de la austeridad republicana y el combate a la corrupción, entre otros importantes ofrecimientos, es de esperarse que desde antes, se evidencie que está en proceso la 4ª transformación social y económica, que permita tener los beneficios que urgen a la comunidad mexicana.