Gota a Gota
Gonzalo A. Andrews
Lunes 16 de Julio de 2018

Él quiso decir.

Cuando nos preguntamos el futuro de las relaciones bilaterales entre nuestro vecino del norte y México, todos dan por hecho el continuo sometimiento patrio a los intereses estadounidenses. Nada nuevo. Es público que el factor Trump tratará de sacar adelante el estandarte más atractivo de su campaña: el muro y quien lo pagará, sobretodo preparando el noviembre electoral del 21, que le permitirá alimentar su protagonismo en el contexto mundial de un liderazgo    golpeado, repudiado con las excentricidades propias de su egocentrismo por otro periodo.

La visita de cortesía de un séquito de primer nivel del gobierno estadounidense, a un presidente electo de un país casi bananero, inmerso en la corrupción, la impunidad, el narcotráfico, la violencia en todos sus niveles, levanta entre los analistas sospechas sobre sus verdaderas intenciones.

¿Qué vinieron a exigir y a cambio de qué, Mike Pompeo   secretario de Estado de Estados Unidos, la secretaria Nielsen, el tesorero Mnuchin y Jared Kushner?

 La especulación es abierta.

¿La seguridad de la frontera norte, pero también la frontera sur?

¿El plan Mérida?

¿El respeto a las reformas del gobierno de Peña Nieto, sobretodo la energética?

¿El Narcotráfico, sus mercados?

¿El tratado de libre comercio? 

¿La inmigración ilegal en ambas fronteras?

 

Nadie sabe, todo es especulación.

Se podría preguntar: viniendo del coloso del norte, que pelea comercialmente con otro coloso, china, que bravuconea con Rusia, Alemania y Corea del Norte. ¿Qué tanto le podría interesar y qué importancia podría justificar este movimiento político-diplomático sin precedentes?

El secretario Pompeo fue muy amable al comentar su visita al presidente electo López Obrador “Fue una reunión excelente. Le expresé las felicitaciones del presidente Trump. Ellos ya hablaron por teléfono. Fue una conversación muy buena y queríamos comenzar a desarrollar la relación, nos reuniremos con algunos de los colaboradores principales que el presidente López Obrador ha designado para que sean nuestras contrapartes en el futuro. Venimos a desarrollar esas relaciones y comenzar a afijar entendimientos sobre cómo trabajaremos juntos lo que pueden ser grandes cosas para los dos países” entrevista de la periodista Danielle Dithurbide.

Bueno parece que eso nos aclara las buenas intenciones diplomáticas del presidente Trump.

¿Pero qué fue lo que el presidente López Obrador les dijo?

Otra oportunidad para especular: 

¿El asunto migratorio?

¿La venta del avión presidencial?

¿el muro, pero en la frontera sur?

¿La aceptación de Luis Videgarray como embajador de Estados Unidos en México? (recomendado por kushner) Astillero dixit.

Bueno hay muchas cosas que el pueblo, sí, ese pueblo que eligió haiga sido como haiga sido a López Obrador como presidente, nunca tendrá acceso a la verdadera versión de lo ocurrido, planteado, acordado con los emisarios de la caravana de “buena voluntad” enviados por Trump.

Lo que sí estoy seguro, de que existió un mensaje subliminal, que enardeció el alicaído espíritu nacionalista del pueblo mexicano de parte del presidente electo, en forma muy bien intencionada,   como testigos mudos de la reunión  las estatuas en miniatura de: Pancho Villa, Morelos, Hidalgo, Zapata, Cárdenas y como pétreo testigo la foto agigantada en su contexto republicano de Benito Juárez García y el mensaje en idioma universal que tarde que temprano el presidente Trump entenderá: “ Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” Es cuánto.

 

 

 

 

 
 

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