Para Cajeme, inundado a sangre fría, pidamos la paz.
.La muerte se pasea por Cajueme, por las calles de Ciudad Obregón
Parece ser que a la muerte se le dio permiso, para, andar tranquilamente, inundando sus calles de sangre
Por toda la rumbosa de la ciudad, de sur a norte de oriente a poniente, por todos los puntos cardinales andan tranquilamente, inundando las calles de miedo , de angustia.
Cajeme, Ciudad Obregón vivieron su Septiembre negro, cientos, quizá miles de balas oyeron a cualquier hora, al anochecer, en la media noche en horas de mala madrugada.
Un maldito récord de muertes distinguirá a Cajeme, en su historia. La parte oficial no data de cuántas vidas fueron arrebatadas en el Septiembre negro Cajemense, pero lo extraoficial llevan la maldita cuenta de arriba de medio centenar.
Sin embargo a lo anterior hay que agregar a la cuenta de baleados que por la gracias de Dios, no los alcanzo la muerte, pero también hay otro puñado de desaparecidos.
Un espantoso miedo se asoma en todos los hogares, porque las balas suelen ir en todas las direcciones.
Sin embargo cincuenta y tantas muertes del septiembre negro, el puño de desaparecidos y las decenas de heridos, no remueven las conciencias de los grupos sociales, las asociaciones religiosas, los hacedores de cultura , los miembros de las cámaras de la industria y las de comercio, de los hombres y las mujeres fincados y arropadas en los diferentes partidos políticos que al parecer ninguno de ellos tiene ya una definida convicciones políticas defi8nidas .
Quizá el miedo silencia todas las voces, pueda que eso sea válido, pero el silencio no es válido para todos.
Porque no dejar todos los partidos políticos su apatía y todos los políticos en lo individual, considerando que en su mayoría no tienen ya verdaderamente convicciones políticos y salir juntos a las calles dando gritos de ya sea de auxilio de coraje de ayuda.
Mañana tendrán que dar fe los historiadores de Cajeme, los cronistas de la ciudad, de la lastimosa situación de la ciudad. ¿ A quién o a quienes se tendrán que poner de villanos?.
Pero que penosos seria que los cajemenses estemos perdiendo la capacidad de asombro, que nos acostumbremos a oír que murieron a consecuencia de balas producidas por armas largas, sin dar conciencia verdadera de lo que ocurre.
En Septiembre fueron 52 muertes.
En el año 2018 van 218 muertes.
En 2017 fueron 226 muertes.
En las calles de Cajeme y de Ciudad Obregón, retumban los balazos que ocasionaron estas muertes y cientos de muertes en los últimos nueve años.
Lo triste es que en las calles de Cajeme no hay voces de protestas, para que esta situación llegue a su fin.
Parodiando a Blas de Otero, cuando menos digamos:
Para Cajeme, inundado a sangre fría, pidamos la paz.