Los homicidios, las extorsiones y los asaltos continúan creciendo en El Salvador, país de origen de la Mara Salvatrucha, y aunque las pandillas parecen tener gran cuota de responsabilidad, es evidente que otros grupos impulsan los niveles delincuenciales del país.
La “mara”se ha desplazado por toda Centroamérica y son ya una amenaza para México y EE.UU., incluso para la tan alejada España.
Y es que la imagen de estas bandas, conformadas fundamentalmente por jóvenes, se presenta como la peor expresión de la delincuencia social.
Es por ello que son acusadas de cuanta fechoría ocurre en estas naciones, particularmente en El Salvador, y a su vez tratadas con mano dura.
En la reunión de este día, habría que ver cuáles son las propuestas para detener a los peligrosos grupos, porque hasta el momento, los proyectos presentados y aplicados por el gobierno no parecen efectivos.
¿Quiénes son estos pandilleros hacedores de violencia?
Las pandillas se pueden entender como una respuesta colectiva de los jóvenes a una situación vital insoportable y como un desafío a los precarios espacios marcados por la pobreza y la miseria.
Algunos analistas de esta temática aceptan la raquítica idea de que la fragmentación de las familias conlleva a los menores a involucrarse con las temidas pandillas.
La mayoría de sus miembros, que en Centroamérica ya llegan a unos 250 mil, son aquellos que apenas logran estudiar, y si acaso se gradúan tienen los empleos menos remunerados, al punto de no alcanzarles sus salarios para satisfacer las necesidades esenciales.
Muchos tuvieron su primera "escuela de maras" en los propios Estados Unidos, y como miles de salvadoreños, con causas y sin ellas, han sido deportados, y han continuado en su país de origen esta "alternativa de vida".
Es cierto que estos grupos resultan peligrosos ya no sólo entre ellos mismos, sino que su temeridad la han trasladado al resto de la población.
Pero, según estudios, resulta abusivo etiquetar a todo marero de delincuente o adjudicarle la mayor parte de las infracciones que se cometen.
Las nuevas modalidades para cometer todo tipo de delitos, los homicidios, las extorsiones, las quemas de unidades del transporte público, el temor que respira cada día la ciudadanía salvadoreña tiene más autores.
PL.
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