En la conferencia de prensa que ofrecieron esta semana, funcionarios del Ayuntamiento hicieron referencia al impacto de las redes sociales en su área de trabajo.

El secretario de Seguridad Pública, Francisco Cano Castro, desmintió las versiones difundidas en medios y en redes sociales sobre supuestas amenazas del crimen organizado en contra de policías municipales.

"Eso es falso, es invento de un medio", afirmó categóricamente Cano Castro.

También son falsas, dijo, las versiones sobre denuncias presentadas por mandos policiacos que exigen más protección y es falsa la llegada de tropas federales a Cajeme, como se difunde en un video.

Y sugirió:

"No se dejen llevar por todo lo que dicen las redes sociales, son fake news".

Decisión ejecutiva para desemntir un chisme

Tras la declaración del jefe de la policía, siguió la del oficial mayor, Jesús Manuel León Félix para anunciar el cese de Laura Duarte, la empleada que a través de Facebook hizo una broma a sus amigos y por eso fue bautizada como "Lady Baches".

El oficial mayor justificó el cese:

"Todo funcionario y servidor público de este Ayuntamiento deberá conducirse con los principios éticos que exige la Ley de Administración Pública Municipal, por lo que la señorita Laura Duarte, quien hizo ayer una publicación impropia en redes sociales, fue dada de baja y finiquitada conforme mandata la Ley Laboral".

Atrapados

¿Entonces en qué quedamos, hacer caso o no a las "fake news" que difunden las redes sociales?

La contradicción entre lo que dijo el titular de Seguridad Pública con lo que enseguida dio a conocer el oficial mayor, refleja la ausencia de una política clara para gobernar en tiempos de redes sociales.

Por un lado se muestra el rechazo a los rumores y noticias falsas (fake news) que circulan en las redes, y por otro se toma una decisión que daña a una persona, la empleada despedida, sólo por el chismorreo que una broma trivial provocó entre los usuarios de Facebook y Whatsapp.

En ambos casos se percibe una preocupación exagerada por lo que se comenta en redes sociales. Las explicaciones abundantes y el cese de una empleada no corresponden a la percepción que se dice tener sobre las fake news.

La información falsa y tendenciosa hace más daño cuanto más importancia se le concede, así sea para negarla o rebatirla.

Si situaciones como las aquí descritas se siguen repitiendo, le faltará tiempo a este gobierno municipal para desmentir todo lo que aparezca en redes sociales influidas o manipuladas por opositores políticos e intereses económicos muy conocidos.

Atrapados en las redes sociales, los funcionarios no conocerán descanso ni tregua en los próximos tres años. Incluso aunque hagan bien las cosas, como se dice coloquialmente: No se la van a acabar.