En los próximos días se decidirá la situación legal de Guillermo Padrés Elías, ex gobernador de Sonora: Si continúa o no en la cárcel. Así de simple. Ya cumplió dos años en le Reclusorio Oriente, de la Ciudad de México, ubicado en la Delegación Iztapalapa. 

La cárcel donde se encuentra el cananense está en San Lorenzo Tezonco. Una de las principales zonas de criminalidad y marginalidad de la Capital del País. Tan sólo ir a verlo es de riesgo. Por la colonia y las formas de ingresar. 

Para entrar a su prisión tienes que dejar tus pertenencias frente al penal en paqueterías que fueron montadas en casas de vecinos en un pequeño callejón. No te dejan ingresar con cartera y ninguna pertenencia. Ahí guardas lo que lleves. No lo dejas en el interior de la cárcel. 

De acuerdo a testimonios de gente que lo ha ido a visitar confirman que no vive con lujos. Para acceder a su celda se necesitan pasar al menos 5 filtros y 8 pasillos. Ninguno de riesgo. El primero es una llamada que los guardias hacen al área donde se encuentra el ex Gobernador porque él aprueba las visitas. También otra autoridad superior. 

Está en una celda ubicada al quinto edificio, todos de dos pisos máximo separados por cercos de púas y metal, al interior del Reclusorio. El lugar es lúgubre. No hay cárcel bonita. Y aunque fuera de oro, no deja de ser prisión. Para llegar al ex mandatario sonorense se atraviesan pasillos, el primero sin pintar, color ladrillo, piso blanco y rampas grises para discapacitados como un galerón que se te quitan las ganas de entrar, celdas con internos de diferentes edades. Todos uniformados con pantalón y camisa caqui. Padrés está en la penúltima celda de un edificio de 2 pisos. De 3 metros de largo y 6 de ancho. Está solo. No vive hacinado. 

Si fuera a verlo imagínese de frente entrar por una puerta enrejada. A sus lados 2 pequeñas literas montadas en las paredes. Como para niños. Las de la derecha, la de abajo, es para dormir. No es cama: Es una base de madera angosta creada y montada como repisa para colocar un semi colchón comprimido donde cabe apenas su cuerpo. La de arriba para poner ropa, pequeñas maletas, comida en bolsa como machaca, sopas, tortillas, café. Las literas de enfrente son, la de abajo, para una pantalla plana, del tamaño de una computadora promedio, que es su televisión. Tiene películas acumuladas que le han llevado. Fotos de su familia. Sus hijos con sus novias, su esposa Iveth Dagnino. La Biblia. Arriba tiene materiales para baño. Debajo de las literas hay ropa en pequeñas maletas y artículos de limpieza. Se baña con un balde. No tiene regadera ni puertas para el inodoro. Sólo cabe él. El que va y lo visita se sienta en un bote. Padrés en otro. Los que lo han visto confirman que tiene una barba creciente. Es una forma de protesta. Se ha dejado crecer el cabello. Tiene una cola. Fuma mucho. Se le permite. Tal vez es el único lujo que se aprueba. Lleva 2 años así. No pierde la forma delgada de su cuerpo. Su hijo le mandó una carta cuando estuvo detenido. Le dijo que era un honor estar preso por su causa. Fue víctima de fabricación de un delito. El día que se entregó Padrés también detuvieron a su hijo. Pero sobre él no había ninguna acusación sustentada. Horas después de su aprehensión se dio a conocer la orden de por qué lo detenían. 

Fue un exceso. 

En las últimas semanas se levanta tarde. Come una vez al día. Unos días está animado. Otros días no. Este mes es crucial. Se decide si sale o se queda. Mientras ha tenido una vida pesada. Dolorosa. Empezó a escribir un libro. Lo iba a titular “Pactos y Traiciones”. Lo dejó. Alguna vez fue maestro de inglés con los internos. 

Así son los días de Guillermo Padrés en la cárcel, coinciden testimonios de amigos y familiares que consultamos. 

Desde los tiempos de Ramón Corral, Luis Torres y Rafael Izabal, denominado el triunvirato sonorense, protegidos por Porfirio Díaz, los gobernadores de Sonora han sido severamente cuestionados. Desde sus estilos de vida, riqueza desmedida, actos de corrupción. Sólo ha sido procesado Padrés. Pero la base de las denuncias y acusaciones penales contra el cananense se cayeron. Todo. 

Sí, desde declaraciones ministeriales, cateos, pruebas, todo. 

El trabajo de la Fiscalía Anticorrupción en Sonora fue declarado inconstitucional. Si al caso legal, procesal, nos apegamos, Padrés ya debería estar libre. Según sus familiares y defensores el ex Gobernador de Sonora sigue preso por venganza política. Debió haber salido desde diciembre del 2017.

Proyecto Puente