Como creerles a nuestras autoridades el dicho de que se trabaja con el fin de combatir a las adicciones, cuando en la práctica se hace lo contario
Por un lado se sabe que el alcoholismo es un problema de salud y de que hoy en día, las propias autoridades de salud no hallan que hacer con el y ya nuestras representantes y los entes políticos envueltos en las cámaras, legislan con el propósito de autorizar el consumo de otras drogas.
El alcohol, siendo una droga legalizada, esta como se sabe, casi al alcance de todos.
Decir alcance de todos es decir de todos, desde aquella persona que “ vive” en un “yongo” que pide para comprar “una cura” , hasta el político que alcanzado por los efectos del alcohol se envalentona y atraca un comercio para hacerse de este producto y también hasta la muchacha más guapa que así aparece en los principios de la jornada etílica y a las horas ya alcanza a perder su glamur.
Sin embargo y pese a que día a día, las autoridades de varias dependencias y ramos, nos proporcionan datos y estadísticas de los estragos, daños y consecuencias que acarrean el consumo del alcohol en sus diferentes presentaciones, entre estas, accidentes, peleas, agresiones, enfermedades medicas y psiquiátricas y el comportamiento que produce la desadaptación familiar, laboral, social y económica. Por otro lado son las mismas quienes con otras vestiduras de alguna manera dan manga ancha a que este se fomente, crezca.
Quizá esto caiga en los efectos de la simulación y se llegue al convencimiento que a mayor numero de lugares donde se expendan estos productos, bajo un marco legal, es mayor el grado de recaudación hacendaria, considerando la premisa de que existe el libre comercio
Pudiera ser una valida razón para algunos.
Por eso, como creerles a nuestras autoridades el dicho de que a través de programas sociales se trabaja con el fin de combatir a las adicciones, cuando en la práctica se hace lo contario?.
Verbigracia.
La colonia Cortinas, con aproximadamente siete mil habitantes, cuenta con trece lugares legalmente establecidos donde se oferta alcohol en sus diferentes modalidades y presentaciones.
Lo anterior significa que dicha colonia cuenta con un expendio para cada 538 habitantes, considerando desde niños hasta adultos, hombres y mujeres.
No obstante esto, está por abrirse uno más de estos negocios, lo que significa mejorar el porcentaje de un expendio para cada 500 habitantes.
En relación a lo anterior, alguien tuvo que haber emitido estos permisos, amparado quizá en lo dicho anteriormente, el libre comercio y la consabida razón de mayor captación de ingresos vía impuestos, pero sinrazón al estarse dando el fomento del alcoholismo.
Sin embargo considerando que desde hace ya varias décadas la Organización Mundial de la Salud, determinó que el alcoholismo es una enfermedad, incurable, progresiva y mortal, las autoridades civiles y de la salud, hacen poco por combatir esto, a sabiendas de lo anterior, o tal vez a estas no se les han comunicado este mensaje.
Así pues, las mismas autoridades de salud, repetidamente mencionan que en México el presupuesto destinado para combatir la adicción al alcohol es insuficiente y en forma repetida menciona que este ya es uno de los graves problemas de salud pública.
No obstante, la incitación al consumo es más fuerte que los esfuerzos por la prevención.
Por otro lado, no son pocos los establecimientos de este tipo que quizá no cumplan con el reglamento de las distancias que deben guardar de centros educativos, sin embargo ahí están y de esto de alguna parte o de alguna oficina salió el permiso.
Así pues, podría considerarse como locura, que pese a que el problema del alcoholismo tiene doblegada a las autoridades de salud, los legisladores afanosamente buscan recovecos por donde allanar la legalización de otras drogas y a la vez en forma incongruente buscan el financiamiento para tratar a las personas afectadas por esto.
¿Quién gana con esto?, o viceversa, ¿Quien pierde?.
Entonces: ¿Cómo creerles?