Amloverpeace
Raúl Héctor Campa García
Jueves 22 de Novimiebre de 2018

El cambio de actitud, del entonces candidato a la presidencia y ahora Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, es evidente.

Como bien lo dijo después del primero de julio, al saberse ganador con 53,2 % de los que votaron (no del total de ciudadanos en edad de votar; que solo representa el 30% del padrón real, que es de cerca a los 90 millones), “no es lo mismo ser candidato, a ser presidente electo”. Entendible en cierto punto; una es hacer promesas en campaña, y otra que se cumplan a plenitud, ya en función como Presidente.

Él aguerrido candidato, cuya bandera de campaña, bien estructurada, que fue en base de lo que la mayoría de la ciudadanía quería escuchar: el combate frontal a la corrupción, infestación que padecen todos los coludidos dentro de la Mafia del Poder, tan pregonada y ahora “olvidada”, por él actual y convertido en amoroso Presidente electo, que tomará protesta el 1 de diciembre de este año, como Presidente de la, por él nombrada, República Amorosa, donde las frases “Hippiezcas”- cristianas de: amor y paz, abrazos y no balazos, suenan muy bien.

Y si se legalizada el uso de la marihuana o tal vez, también el peyotl o peyote (mezcalina) “para fines recreativos”, algunos chavos se pondrán felices y a los chavos-rucos, quizás, les traerá recuerdos de los famosos festivales, que “les abrió frenéticamente, las puertas de la percepción” documentada en uno de sus ensayos, por Aldous Huxley. 

Tal vez, algunos de su gabinete, sean sobrevivientes del festival de Rock de Avándaro o de Woodstock, donde “rolaba la marihuana con alcohol, y quizás algunos, ya cruzados por ambas o más drogas anduvieron en estado “Mariguanol”, “marihualcoholado” o bien “peyotes”. Lo increíble es, que ¡no les afectó y miren…se lograron!, no se quedaron “en la nube en que andaban”. Pero ahora andarán en las alturas del poder. Dentro de ellos, algunos personajes intelectuales de ahora, que eran los jóvenes sesenteros, de antaño, y que forman del gabinete o son parte de sus fans. O tal vez alguna protagonista de la novela de Elenita Poniatowska, La piel del cielo, Fausta Rosales, sea el alter ego de algunos de ellos. 

Desde esas alturas “celestiales” del poder, se proponen, y muy bien, a construir una sociedad del amor, en donde, algunos pecados capitales serán perdonados; como el robo y la prodigalidad desmedida de recursos públicos, de algunos políticos: Tal vez con rezar cinco Padres Nuestros y arrepentidos de todos sus pecados, les dirán a estos pecadores, “bien aventurados los arrepentidos de corazón, porque de ustedes será el reino de los cielos” …aunque no devuelvan lo robado.

Los de la rapiña política, serán cubierto con el suave manto mesiánico de AMLOVERPEACE, y fundidos con él, en un amoroso abrazo, serán excarcelados los que están recluidos y los que andan libres gozando la prodigalidad, gracias al poder ejercido, serán recibidos y perdonados por su actual padre…terrenal. Serán los hijos pródigos de la República Hippie, libertaria y pacifista.

Todos los corruptos, serán ex prófugos de la justicia y sus penas serán condonadas, en un acto de amor y el sábado 1 de diciembre, rezarán un Rosario y con misterios gozosos (¿toca los sábados? Los misterios…también) ante la humanitaria misericordia, del nuevo Tlatoani. 

Ojalá y no se le ocurra encuestar al sabio pueblo que lo eligió, “esta disyuntiva” de perdonar a los ladrones y sean crucificados inocentes y nuestro nuevo presidente, como Poncio Pilatos, se lave las manos. Diciendo: “la decisión la ha tomado mi pueblo y hágase su voluntad”.

Se comenta, no sé si sea verdad, que se reunieron Enrique Peña Nieto y AMLO, en una íntima cena, en casa del Presidente electo, para “afinar” los detalles de la ceremonia de cambio de poderes políticos. ¿Asistió a esa cena, un Judas Iscariote, quien sería?

Una parte de ese pueblo sabio, tal vez le reclame a Nuestro nuevo Presidente, que por favor no suelte a Barrabas y tenga que arrepentirse después. O solo suelte, como una obra de caridad prenavideña a un “insignificante ladronzuelo político”, semejante a un Layin nayarita, de esos que roban “nomas poquito”.

Aun, si así lo dispone el Sr. Presidente electo, en este aspecto del Perdón, del borrón y cuenta nueva, muchos no estaremos de acuerdo con él. En otros aspectos de su en ciernes gobierno, se le dará el beneficio de la duda. Pero diremos NO en la incongruencia, de no cumplir su promesa de campaña, de combatir la corrupción, a los políticos ya evidenciados, más no juzgados. Esto demostraría, que efectivamente existe un pacto de impunidad AMLO-PEÑA NIETO. Ojalá y no sea así, por el bien del País.

De acuerdo con, el amor y Paz y con los abrazos y no balazos de AMLOVER, pero con la congruencia de resaltar las virtudes que templen la honestidad del nuevo gobierno, libre de la concupiscencia y del desenfreno corrupto y corruptor de la política mexicana. A si sea, no sean…  amen… ¿digo?

#PARACAMBIARYOMEINCLUYO.


 
 

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