“Qué cómodo, que a gusto se siente estar aquí”, se sinceró la gobernadora Claudia Pavlovich en el auditorio Plutarco Elías Calles, al asistir a la toma de protesta de Ernesto de Lucas Hopkins, como nuevo dirigente del PRI Sonora. Frente a los suyos se explayó.

El hecho ocurrió un día después de que visitara Cajeme para acompañar al secretario de Desarrollo Rural a una reunión con productores, de donde salió en estampida bajo el pretexto de que iba retrasada en la agenda.

Sus guaruras atropellaron a los reporteros que se acercaron a hacerle unas preguntas, tal como ocurrió en abril del 2017, al abandonar las oficinas del Distrito de Riego tras encabezar un homenaje a Adalberto Rosas.

Ya es una práctica común de la ex única mujer gobernadora su desdén hacia la tropa reporteril, al menos aquí en Cajeme, para la cual se supone habría más apertura, luego de un acercamiento con su ex vocera, Elda Molina.

Es evidente que no cumplió, por eso sorprende su discurso del pasado 12 de enero, cuando declaró que “Ser gobernador en estos tiempos, hay que decirlo, es un deporte extremo de alto riesgo”. Como atender a los reporteros, por ejemplo, sobre todo si no se tienen respuestas.

Y su acuse de recibo a quienes osan en cuestionar su acciones de gobierno no tiene desperdicio: “Hay gente que tiene la lengua muy larga y la cola también y se atreven a decir muchas cosas y yo me voy a defender y lo voy a seguir haciendo. Porque de mi honestidad, de mi transparencia y de mi trabajo nadie puede dudar, el que tenga dudas, que tenga las denuncias que tenga que hacer”. 

Pues que empiece por explicar el desvío millonario a la que se prestó Telemax junto con la Sedatu, otra estafa maestra que por cierto nunca advirtieron ni el ISAF ni la Contraloría del Estado, muy a pesar de sus cuentas alegres. 

“Aquí estoy para darles la cara y no me rajo como otros que se esconden”, retó la gobernadora a sus adversarios. Está en su derecho, pero por qué primero no da una lección de congruencia y deja de esconderse de los reporteros que no son sus opositores.

Otra frase para la posteridad: “Lo que sí les digo, es que a mí, las lecciones y las perdidas o derrotas, siempre me han hecho más fuerte”, afirmación que contrasta con las modificaciones a la constitución de Sonora para blindarse tras perder la mayoría en el congreso. 

Que le quede claro a la señora Pavlovich: los reporteros no somos sus fans que andan tras un autógrafo y lo menos que buscamos es estropearle sus pasarelas de moda sino hacer nuestra chamba, a pesar de la incomodidad que le genera.

El presidente López Obrador realiza diariamente un ejercicio de derecho a la información frente a la prensa, la mandataria estatal en cambio, entrena para afinar técnicas al estilo Houdini y más cuando no son auditorios de subordinados con vocación de foca.