La diabetes y la obesidad en México se han incrementado a la par de la ingesta de alimentos industrializados "light", que han irrumpido en el mercado para consumidores preocupados por la salud y la apariencia física, advirtió la especialista Amanda Gálvez Mariscal.
La coordinadora del Programa Universitario de Alimentos (PUAL) lamentó que haya cambiado la dieta tradicional de tortilla y frijol, ricos en fibras, por comestibles tratados con productos químicos con la pretensión de reducir la ingestión de calorías, por grasas o edulcorantes, sin conocer los efectos en la salud.
En un comunicado alertó que no se debe tener una dieta de "cero grasa", porque ésta es importante para la producción de las hormonas.
El individuo debe tener un nivel suficiente de colesterol en el cuerpo, molécula base para el sistema hormonal.
Los alimentos denominados bajos o de "cero grasas", explicó, cambian la formulación del producto original para contener menos calorías, al sustituir las grasas por almidones y mantener la textura; sin embargo, dijo, ahora hay más obesos.
Gálvez Mariscal destacó que lo recomendable es ingerir una dieta variada y natural en pequeñas cantidades, cinco veces al día.
El cuerpo, precisó, está diseñado para guardar energía.
Entonces, cuando la gente omite alguna comida, el organismo se predispone en emergencia y, al obtener alimento, utiliza todo y reserva las grasas, en exceso, generadoras de obesidad.
A su vez, María del Carmen Durán Domínguez, especialista en alimentos y química ambiental, aseveró que hay muchos mitos en torno a las grasas y los edulcorantes.
Prueba de ello es que la raza humana los ha consumido y ha sobrevivido 20 mil años sin problemas y es hasta ahora que se tienen severos problemas de obesidad, lo que quiere decir que los conceptos nutricionales están equivocados.
Antes, indicó, se consumía manteca de cerdo, mantequilla y azúcar de caña o remolacha sin problema.
Entonces, "habrá que cuestionarse desde el punto de vista de la química y la bioquímica de alimentos, qué tan buenos son los productos light. Se permite que la gente ingiera productos de los que no se conocen los efectos en el organismo".
La especialista se pronunció por la realización de estudios serios, antes de permitir que algunos alimentos sean considerados malos y otros buenos, cuando no hay constancia científica.
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