Con la presencia del dirigente nacional de la Iglesia de Dios en México, se entregó el templo de la calle Zaragoza al obispo Samuel Durán Cabrera quien ofreció una conferencia de prensa en el interior de dicho inmueble.
Allí, Durán y el dirigente nacional Julio César Meléndez Domínguez aclararon que el templo no fue despojado sino que les fue restituido conforme a la ley.
"Quien tuvo que salir no cuenta con el estatus y la calidad de ministro de la Iglesia, por lo que usaba indebidamente el inmueble, usurpando además por 9 años el nombre, el logotipo y la reputación de esta Asociación Religiosa", señalaron.
La ilegítima apropiación del templo, añadieron, representaba un profundo agravio, por lo que ahora la recuperación es motivo de alegría y celebraciónd de justicia".
Advirtieron a quienes habían detentado el templo de manera ilegítima que han perdido sus derechos para continuar como miembros de esta asociación religiosa, causando baja definitiva.
"A todos ellos los despedimos en paz, les deseamos el bien y la bendición de Dios en el camino que tomaron".
Concluyeron anunciando que las puertas de este como los demás templos de la Iglesia de Dios en México están abiertas para todas las personas que deseen participar en la asociación religiosa.