La izquierda está presente en Cajeme, a través de la cuarta transformación. Sergio Pablo Mariscal Alvarado, forma parte de la historia del municipio al ser el responsable en esta que es la cuarta ocasión que la izquierda lo gobierna.
Mariscal Alvarado traspasó el umbral de los cien días, que los gobernantes se auto imponen, para evaluarse en el inicio de sus gobiernos.
En cuanto a esto, la calificación es meramente subjetiva, sin embargo en esta se ven claramente las llamadas curvas de aprendizaje. Quizá esto sirva para replantearse metas, objetivos o si se quiere en un dejo de humildad, corregir errores.
No es fácil para un hombre llegar a gobernar un municipio al que la izquierda no gobernaba desde hace dieciocho años, equivalente a seis administraciones, en las que cuatro fueron para el PRI y dos para el PAN.
Sin embargo esta izquierda no es la de antes.
Para el alcalde no ha sido fácil este principio de administración, sobre todo que al parecer parte de sus mismos correligionarios no tienen los mismos objetivos, mucho menos lo ven la oposición.
Sin embargo puede decirse que esto apenas comienza y quizá la sacudida al árbol sea el principio de lo mejor.
A los antecedores que gobernaron el municipio por parte de la izquierda, no les fue muy bien.
A Matías Méndez Limón, primer gobernante de izquierda, se le tildó de corrupto y fue obligado a dejar la alcaldía cuando al someterlo a juicio se le señaló como culpable y tuvo que pisar la cárcel, aunque a través de su defensa se demostró su inocencia reinstalándolo en el poder.
Vicente Padilla no estuvo exento de señalamientos de corrupción, en este caso fue por motivos electorales, en el que el gobierno del estado llevó acabo grandes esfuerzos por encarcelarlo, por lo que tuvo junto con los miembros del cabildo acogerse a la justicia y a través del amparo evitar su encarcelamiento.
Vicente Padilla contuvo la tempestad, terminó su periodo, después buscó la alcaldía en dos ocasiones en las cuales se dijo ganador, no obstante no logró llegar al nuevo palacio municipal que se construyó en su mandato.
El tercero en la serie, Calos Javier Lamarque Cano, llegó en la nueva era del izquierdismo, casi en la nacencia del Partido de la Revolución Democrática, lo hizo en un segundo intento, derrotando a un hombre que se decía estaba tutelada por el grupo Robinson Bours. Según se contó en esos tiempos, sus adversarios estaban dentro de su mismo partido y de su equipo de trabajo, desde entonces la izquierda no lograba posesionarse del gobierno municipal hasta hoy que lo preside Mariscal Alvarado.
Pero esta izquierda no es la misma de antes. hoy se ven sombras dentro de la misma izquierda.
En esta a cuarta oportunidad lo más saludable es dejar al presidente que gobierne al municipio. En las juntas de cabildo se ven aspectos de pragmatismo, de querer ver aspectos de ineficacia, de un sojuzgamiento a priori de las cosas. Ejemplo.
El regidor Rafael Delgadillo en lo referente a los cambios realizados por el alcalde en el área jurídica, apuntala no estar de acuerdo en esos nombramientos, toda vez que no conoce a los indicados y por no contar estos en su curricular el nivel de estudios de maestría y doctorado. Esto sin ánimo de ofender a nadie hoy en día es más como aspecto curricular.
El caso de uno de los abogados del área jurídica el cual es señalado por este pecado, parece ser que contar con treinta años en el ejercicio del derecho no cuentan, además de experiencia por varios años en el puesto que hoy ocupa en otra administración. Para los que mantienen esta postura de criticar al alcalde por estos nombramientos, baste decir que en Cajeme los más prestigiados abogados en las diferentes ramas del derecho no cuentan con maestría ni doctorado y su prestigio y sus conocimientos lo demuestran donde se debe demostrar.
Sin duda de Sergio Pablo Mariscal la principal función es el de buscar el bienestar común para esto debe de rodearse de los mejores hombres, que sean afines a él y al gobierno que representa.
Matías Méndez y Vicente Padilla a lo largo de sus mandatos templaron su carácter, quien conoce la historia de Cajeme, están orgulloso de ellos, si no la conocen es una verdadera lástima.
La cuarta transformación en Cajeme está en prueba. No se debe olvidar que este es un gobierno de izquierda.
Quien no considere el pasado como un verdadero tesoro, no sabe lo que es la riqueza.
En lo que respecta a Cajeme, ahí, atrás están Matías Méndez Limón, Vicente Padilla y Javier Lamarque Cano.
La historia la escriben los vencedores.