En el exterior del Café Tupinamba, ubicado en calle Chiuahua casi esquina con No Reelección (donde hoy está una tienda de medicina naturista), se reunían los integrantes del Club de la Lengua Libre.
Así se autonombraron en su afán de notoriedad pues hablaban barbajanadas, malas palabras, obscenidades, o como se quiera llamar a esas palabras que antes escandalizaban y hoy son tan comunes en el habla cotidiano.
Presumían de malhablados, un machismo que hoy parecería inocente, pero en los años cuarentas y cincuenta pasaba como un desafío a las buenas costumbres y a la gente decente.
Muchos les celebraban sus ocurrencias aunque también hubo más de una persona, hombre o dama, ofendida por lo soez de ciertos comentarios.
Cuentan que en 1952, cuando el renombrado intelectual socialista Vicente Lombardo Toledano recorría el país como candidato a la presidencia de la República por el Partido Popular, llegó a Cd. Obregón y convivió con los de la Lengua Libre en un duelo verbal de tú a tú.
Fue una noche de la que se siguió hablando muchos años después. Los majaderos del club acompañados por uno de los Siete Sabios de México.
En la presente foto vemos a algunos de los socios más conocidos del Lengua Libre: Prisciliano Dueñas, Matías Méndez, Lico Bórquez, desconocido, Emilio Manzanilla Siast, Chico Prieto Valenzuela.
Al fondo se ve la paletería "Kikos", en el local que hoy podría ser el ocupado por la panadería "Claudia".