"Andrés, el "Chito", Guzmán, supo accionar la llave de su imaginación para ser bombero, los recordaremos siempre cuando escuchemos la sirena, cuando vayamos en camino hacia una hoguera a vencer, los recordaremos, porque el recuerdo de este fiel bombero que vivió su vida a plenitud y entregó su vida hasta el extremo nunca se podrá borrar", manifestó el alcalde Sergio Pablo Mariscal Alvarado en el homenaje póstumo que se rindió en honor de quien fue Subcomandante de Bomberos.
Además fue jefe de Terapia Intensiva en el IMSS de Cajeme y jefe de Rescate en este mismo municipio.
"Andrés, el "Chito", fue una persona profesionalmente muy preparada, como Paramédico y en la rama de la Enfermería, al mismo tiempo él siempre tuvo en sus manos las llaves para cumplir el sueño y llegar a ser lo que siempre quiso, y así de esa manera, su alma se complació siendo bombero, fue bombero porque su identidad, fue bombero porque fue su voluntad; Andrés, el "Chito", fue un bombero valeroso, esforzado, siempre disponible al deber consagrado de salvar vidas, hoy recordamos al compañero que se nos ha adelantado en el camino, lo recordaremos siempre", enfatizó Mariscal Alvarado.
El dolor de familiares, amigos y compañeros de trabajo, se magnifica porque junto con él, también fallecieron su esposa Vielka Verdugo, enfermera del mismo nosocomio y su hija, de tan sólo 5 años de edad.
Durante 26 años, Andrés Guzmán Arellano expuso su vida a diario con el fin de salvaguardar la integridad física y patrimonial de muchas personas; había un lamento callado de los Bomberos de Cajeme, quienes, junto con el Presidente Municipal, montaron guardia de honor para reconocer el valor y la entrega del compañero que se adelantó en el camino.