Entre las situaciones de peligro, faltas administrativas y delitos que a diario debe atender la policía municipal, las denuncias contra vecinos ruidosos son cada vez numerosas al grado de haberse convertido en un factor que altera el orden público y provoca tensiones entre la ciudadanía.
En Cajeme durante los primeros cuatro meses de este año, enero - abril, las multas por exceso de ruido han sido las más numerosas de las sanciones administrativas aplicadas por la Secretaría de Seguridad Pública. Con 2876 multas ocupan el primer lugar, seguidas por el incendio de basura o maleza (648) y tirar basura en lugares públicos (345).
Desde el perifoneo de vendedores ambulantes a fiestas en los barrios, estereos de automóviles a todo volumen y convivios caseros acompañados de música estridente, las modalidades de este problema se acumulan para convertirse en un problema que debe ser atacado a fondo, como ya lo han hecho en varios municipios del país donde las sanciones a los ruidosos son drásticas.
En Jalisco la autoridad municipal deberá acude al domicilio del vecino ruidoso y le entrega un apercibimiento. Si no se atiende la recomendación, procede un arresto administrativo hasta por 36 horas. Las multas pueden llegar hasta los 40 mil pesos.
Enla Cd. de México las multas a quienes son reincidentes llegan a los 7 mil 500 pesos, pero pueden ascender hasta los 15 mil pesos para quienes reinciden por tres o más veces.
También en Baja california y otras entidades del país se han hecho reformas legales para combatir la llamada contaminación auditiva y los resultados han sido favorables pues la aplicación de sanciones detiene a la mayoría de vecinos ruidosos que anteriormente actuaban con impunidad sin importarles los daños que ocasionan a otras personas.
Hace falta una policía ambiental
Aquí en Cajeme las sanciones administrativas a vecinos ruidosos oscilan en un promedio de 900 a 1,200 pesos, según el oficial de policía Jesús Alberto Navarro.
Sin embargo el problema local es la falta de agentes que acudan a las denuncias sobre todo en los días críticos, los fines de semana, cuando otros delitos más fuertes, como balaceras, agresiones físicas, robos domiciliarios y asaltos a manos armada son tan numerosos que ocupan a la mayor parte de los oficiales y unidades de la policía municipal.
Así los vecinos deben confiar en su suerte para que esté disponible una patrulla que atienda la denuncia y sancione al vecino ruidoso.
Pero si no es así, hay que resignarse a pasar la noche en vela escuchando la música estruendosa que emiten las bocinas de última generación, buenas, baratas y potentes para presumir en la colonia.