HERMOSILLO..-”Mañana, mañana, nos vemos mañana”, respondió el presidente Andrés Manuel López Obradora a quienes lo esperaban esta tarde de domingo en el aeropuerto de Hermosillo con la inquietud de exponerle una queja o una petición en especial. 

Allí estaban las pancartas como testigos del descontento, pero también de simpatía para quien encabeza la multicitada IV Transformación. El tabasqueño apareció solo y con serenidad en su rostro, pese haber rendido su primer o tercer informe de gobierno, todo un caso que ya causó polémica en las “benditas” redes sociales.

 Minutos antes se dejó ver su vocero Jesús Ramírez y la alcaldesa capitalina, Célida López. Desde que lo avistaron empezó la competencia y/o concurso para hacerse notar ante el primer mandatario nacional, tanto,  que algunos manifestantes utilizaron un megáfono para posicionar sus consignas.

“Sedatu es un botín, Sedatu es un botín”, se escuchaba con insistencia en la sala de espera, mientras el mandatario nacional recogía sobres y los pasaba a sus asistentes. Otros intentaron jalarlo para ganar su atención y se toparon con la advertencia de las féminas que custodian su seguridad: “Nomás no lo toquen”. 

Otros alzaron sus pancartas para presumir orgullosos: Apoyamos al 100% la 4T y los más chairos se dejaron escuchar con el grito de guerra de que “es un honor estar con Obrador”, que acompaña al Peje desde los tiempos del desafuero. Esta vez no hubo tiempo para las selfies simplemente porque el contexto “no se prestó”.

“Señor presidente investigue a Creson. Samuel solo es culpable de señalar su corrupción”, pudo leer López Obrador sobre el caso del alumno expulsado del Quinto, cuyos padres llevaba días en el aeropuerto con el objetivo de ser atendido por el gobierno federal.

Lo más notorio fue la ausencia de las vallas y del Estados Mayor, muy característico de las giras presidenciales, además de la clase política que esta vez brilló por su ausencia. Si acaso a lo lejos se pudo ver a Jorge Tadeii Bringas, súperdelegado de Programas Sociales en Sonora. 

Eso sí, López Obrador tuvo que apechugar una serie de reclamos relacionados con el transporte, el Cytrar y los maestros de la sección 54, pero al final, se dejó querer entre el público asistente, que pese a todos los pronósticos, aún le prende la vela al hijo pródigo de Macuspana y sus “otros datos”... de Movistar, Telcel o Iusacell?