Un conjunto musical de época en Cajeme
Andrés González Prieto
Domingo 12 de Abril de 2020

Hacia el año 1962, las orquestas en la región desmerecían ya su demanda para eventos sociales, sin duda, la orquesta Olímpico seguía siendo la que mandaba en las preferencias populares. Pero como orquesta grande, ya no era comercialmente muy viable, de tal manera que las orquestas ya pensaban en minimizar su elenco. 

La oferta orquestal en la ciudad, a finales de los 50s se componía de las orquestas Moderna, Capri, Hermanos Coronado. 

Una Big band como las de Glenn Miller, Count Basie o Duke Ellington, por lo general se componía al menos de 18 elementos, a saber: la sección de saxofones (o cañas) 5, primer y tercer alto, segundo y cuarto tenor y Barítono. La sección de metales (Brass o boquilla circular) se componía de 8: primera, segunda, tercera y cuarta trompeta; primer, segundo, tercero y cuarto trombón. Y la sección de ritmos 4, Piano, Guitarra, Bajo y Batería, y algunos traían uno o dos cantantes, en las orquestas locales casi nunca traían piano. 

La única de ellas que llegó a ser considerada como Big Band en la región, fue la Orquesta Olímpico cuando Luis Alcaraz la tomó como base en el noroeste para sus giras.

Volviendo a la historia del conjunto de Toño y Luis como realmente se les conoció, comenzó en reuniones de amigos en el Bar la Ostra (Zaragoza entre callejón Brasil y Sonora) regenteado y cantineado por Adelmo Gil; Ahí se reunían  Luis Montoya, Luis Salinas, Toño Limón, Edgardo Apodaca (el patotas) Luis Salinas Manzano y otros. Motivados por Adelmo Gil, idearon formar un pequeño grupo orquestal para “Kiriar” (Kiri, tocar por propinas) en el Bar la Ostra que era muy popular en la época, y de vez en cuando se echaban algún “hueso” (fiesta particular) con ese tipo de mini-orquesta. Un grupo de máximo de 7 elementos para cobrar barato por canción y tocara más por piocha en la “Liki”. 

La incursión de músicos electrónicos inspirados en el incipiente rock de Bill Halley y sus cometas, un Elvis Presley glamoroso, la radio y los noticieros del cine provocaron una fiebre, un cambio generacional se vislumbraba ya en lo musical en todo el mundo. En México, ya desde finales de los 50’s, contagiados por la moda se abrían paso en el gusto popular desenfrenados: Teen Tops, Holligans, Boppers, Rebeldes del rock, Locos del Ritmo; en lo local con la llegada del grupo fronterizo de Cananea Los Royal Teens, la ciudad comenzó a poblarse de grupos electrónicos rockeros inspirados por la moda, así nacieron Los Gigantes, Blue Birds, hermit’s, titanics, Walkers, y otros. 

Tal fenómeno musical ocasionó que las orquestas desmerecieran su valor en la oferta de trabajo, ya que los jóvenes preferían escuchar música de moda, que las orquestas no tenían en sus repertorios, mientras los “Viejos” deseaban música orquestal. Esto ocasionó no muy pocos problemas en eventos sociales, tanto que las autoridades y el sindicato de músicos, mandaron que cuando se contratara a un grupo (Moderno, les decían) se contratara también a una orquesta. Ese era el ambiente musical de la época que nos trae a cuenta este relato.

Así comenzó la aventura de este grupo aproximadamente en el 63: El conjunto IQ de Toño y Luis.

Las Orquestas poco a poco se fueron quedando sin trabajo) obligando a éstas a aminorar sus formaciones a 3 saxofones o 4, dos trompetas, un trombón y tres de ritmos, batería, bajo y guitarra (el piano casi nunca se usó, salvo Luis Alcaraz que se traía un pianista desde México) o sea los grupos orquestales se convirtieron en conjuntos de 8, 9, máximo 10 elementos. La única que conservó más de 10 fue la Olímpico hasta los últimos momentos, ya en el atardecer de los 60’s. 

Su primera alineación del Conjunto IQ de Toño y Luis, (los que fueron a grabar a México, no integraron a Luis Salinas) fue como la que aparece en la foto: Edgardo Apodaca “Patotas”  en la batería, Toño Limón en la Guitarra, Luis Montoya en el Bajo y el trombón, Clemente Vázquez, Humberto “El Guilo” Perales, Humberto “El Chungo” Orozco, en saxes y trompeta.

Este grupo tuvo mucha aceptación en bodas y eventos populares, los veías lo mismo en el Campestre, que en el Olímpico o en el Hidalgo, inclusive grabaron un disco con arreglos del maestro Miguel Ángel Valladares en la Ciudad de México. En este disco participó David Peñuñuri en ese entonces gerente de la Radio IQ que patrocinaba su proyecto (De ahí su nombre), tocaba piano de manera natural y extraordinaria aun que no era músico profesional¸ además de él, intervino en la grabación el tenor Carlos Moreno con melodías como: Brujería, Laura, Yo tengo un pecado nuevo, Más Allá (Al di la) y el grupo, las instrumentales: Cosas, barquito de papel, popurrí navideño entre otras.

Esta conformación original duró, más o menos dos años, Edgardo Apodaca se fue a la Ciudad de México, y entró José Carranza Leyva “Maguas” de Cananea, después Raúl Muñoz, de la Paz BC.   desfilaron por ahí en siguientes alineaciones: Celso Aguilar, Pancho Vázquez, Venus Martínez, José Soto Castro “Chepo”, José Zazueta “Pepo” y otros. 

La desintegración del grupo comenzó con la salida de Toño Limón por cuestiones internas y después con la salida de Luis Montoya (quien ya tocaba como solista en el Dorado) Así el famoso grupo de Toño y Luis se desintegró y nació el conjunto IQ.  Pero esa es otra Historia.

Si alguien tiene opiniones, fotos o el disco del conjunto de Toño y Luis favor de contactarme: tatachencho@hotmail.com  

 

 

 

 
 

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