Pandemia y Refranes. Don Quijote, Martin Fierro y otros
Raúl Héctor Campa García
Domingo 10 de Mayo de 2020

Y si canto de este modo / por encontrarlo oportuno / no es para mal de ninguno / sino para bien de todos. Martin Fierro

(José Hernández. Nov. 10, 1834- oct. 21, 1896.Buenos Aires, Argentina).

En dos obras literaria: Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, escrita a principios del S. XVII (primera edición 1605 y 1615) y Martin Fierro (El gaucho Martín Fierro y La vuelta de Martín Fierro) la primera aparecida en 1873 y la segunda 1876; se pueden encontrar la mayoría de los refranes usados por hispanos y latinoamericanos, sin duda. No todos son originales de estos escritores. Reflejan una visión, en la mayoría de ellos poética, idealizando en síntesis cuestiones de la vida (“églogas”), bucólicas, con “filosofía” del pueblo prudente, con singulares reflexiones ante diversas circunstancias; resumidas en ellos.

Aunque, “no por mucho madrugar amanece más temprano” (el refrán original aparece en La Celestina, de Fernando de Rojas. Español 1465-1541); trataré de estructurar en el contexto de esta pandemia, los refranes y versos, qué, “a modo, los acomodo”. “Según amanezca, como en las mañaneras conferencias presidenciales. Sin culpar la causa de esta pandemia, ni a moros ni cristianos. (Ni liberales ni conservadores), “que ni nos perjudican ni nos benefician sino todo lo contrario”.

Esta pandemia, es como otras, cíclica, pero la actual con una “nueva comorbilidad”: la infodemia que padecemos (abuso excesivo de la información, donde predominan las Fake News), en el común de la ciudadanía; dejando de lado a los investigadores y expertos en salud públicas, clínicos y terapeutas, nos pasa como el antiguo dicho: que “de médico, poeta y loco, todos tenemos un poco” (y de remedo de escritor, quien esto escribe… también), recomendando remedios, desde gárgaras o enjuagues bucales y  el uso de productos “milagros” que nos llegan a través de medios digitales, tomados por buenos; haciendo más caso al vulgo, que al docto. Aunque algunos médicos no son la excepción, como aquel (otorrino) que recomendó en esta pandemia, darse “pericazos” con aire caliente, con una secadora de cabello. O aquel otro que recomienda que después de regresar a casa, rociarse la ropa, antes de quitársela, con una solución de “cloro al 50%” (un litro de cloro en un litro de agua), provocando a quien lo hizo, una neumonitis química por inhalar el cloro. Sin tener otros síntomas pivotes de coronavirus, pero lo diagnosticaron como tal ¿neumonitis atípica?, el caso no fue en Sonora. 

El pobre paciente, o quien se contagie del COVID19, quizás en su angustia exclame y declame: “Vengan santos milagrosos, /vengan todos en mi ayuda, /que la lengua se me añuda/y se me turba la vista. Pido a mi Dios que me asista/En una ocasión tan ruda”. (Martín Fierro). 

La sociedad les exige a las autoridades, como lo comentado en “la aventura de Andrés”, después de ser armado caballero don Quijote, al salir de la venta (hostal), cuando el pastor (Andrés) descuido el hato (rebaño) y el amo lo amarró en el tronco de un árbol y lo azotó, diciéndole: “la lengua queda y los ojos listos” (menos hablar y más vigilar). La desinformación cunde, dando aberrantes recomendaciones, como la de Donald Trump, recomendando “inyectarse Lysol” para prevenir el contagio por coronavirus. Otros, al inicio de la pandemia, invitan a acudir a fonditas, darse besos apapachos y abrazos. Algunos recetaran la famosa preparación de Don Quijote, que hacia en una redoma, para fiebres y otros males: “tomar la pócima medicinal, bálsamo de fierabrás” quien no creía en el menjurje dijo: “Si os duele la cabeza, untaos las rodillas” (Sancho Panza).

El Presidente de México, es muy afecto al lenguaje coloquial, a los refranes, que “le vienen como anillo al dedo” (Sancho, Capitulo LXVII), que le funciona para comunicarse con el pueblo, pero, al principio de la contingencia, hizo caso omiso de las recomendaciones del Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, ante la pandemia; quizás por su terca confianza, por su “naturaleza”, piense: “Nací como nace el peje/en el fondo del mar/naides me puede quitar/ aquello que Dios me dio;/lo que al mundo truje yo/del mundo lo he de llevar”. (Martin Fierro). Otros clásicos del Presidente AMLO, referente a la pandemia: “Ésta nos vino como anillo al dedo, para afianzar el propósito de la transformación”, “vamos bien porque hemos podido domar la epidemia”; “detente enemigo que el corazón de Jesús está conmigo” …”no pasa nada”. Para espantar a los enemigos elevará la plegaria quijotesca: ¡fugite, partes adversae! (huid, enemigos), fórmula exorcista para ahuyentar los demonios. Cabalga bajo el refrán de que, “Si ladran Sancho, señal que cabalgamos”. Refrán que no lo dice don Quijote, no aparece en la obra literaria de Miguel de Cervantes Saavedra. Así que: “del dicho al hecho hay gran trecho” (Sancho Panza). 

El Dr. Hugo López Gatell, ante una población indisciplinada e incrédula de la realidad de esta pandemia, que no acata las recomendaciones, mentalmente invoque los refranes de Sancho Panza: “allá se lo hayan, con su pan se lo coman” (si, No hacen caso, “a mí que más me da”). Así que: “Váyase el muerto a la sepultura y el vivo a la hogaza”. (el muerto al hoyo y el vivo al bollo, o uno al pozo y el otro al gozo). López Gatell pensará. “pardiez, aconsejar a este buen hombre es dar coces contra el aguijón” (Capítulo LXII del Quijote). Con Martin Fierro, los infectados, con su canto se quejarán: “Ansí empezaron mis males/Lo mesmo que los de tantos /Si gustan en otros cantos/les diré lo que he sufrido/Después de que uno está perdido/ No lo salvan ni los santos”. Don Quijote resignado exclamaría: ¡aquí fue Troya! (aquí se acabó mi suerte). 

Una gran parte de la población, no podrá quedarse en casa, para buscar su sustento y junto con los empresarios, dirán como el bandolero “gentil”, Roque de Guinart (Capitulo LX del Quijote): “porque el Abad de lo que canta yanta” (“come”. Cada uno vive de lo que trabaja. Menos los NINIS). Al Sr. Roque, le recomienda el Hidalgo de la Triste Figura, seguir las indicaciones; “el principio de la salud está en conocer la enfermedad y en querer tomar las medicinas que el médico le ordena”. Debemos de seguir las recomendaciones de la OMS.

Lo mejor que nos puede pasar, si tuviéramos la desgracia de contagiarnos con el COVID19, es que nos consulte un buen médico; que aparte de estar bien preparado le tengamos confianza, dos cosas importantes, porque: “El hombre que más confianza inspira, es el mejor médico”. Samuel T. Coleridge. (Tomada de la novela: De la muerte a la vida. R.H. Campa G.). 

Para los héroes anónimos, a todo el personal de salud, que atienden directamente la pandemia; Martín Fierro les canta: “En la cruzada hay peligros, / pero ni aun esto me aterra/ yo ruedo sobre la tierra/ arrastrao por mi destino;/ y si erramos el camino/no es el primero que lo erra” … “Estas cosas y otras muchas/ medité en mis soledades. / Sepan que no hay falsedades/ ni error en estos consejos: /Es de la boca del viejo/ de ande (sic) salen verdades”.

Aquí dejo estas sentencias breves, de nuestros antiguos sabios, aunque a veces pueden ser disparates, dijo Don Quijote de la Mancha, agrega: “post tenebras spero lucem” (después de las tinieblas espero la luz; versículo de Job XV II,12). QUEDATE EN CASA. 

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