Ser representante del pueblo en cualquiera de sus presentaciones, ya nos hemos dado cuenta que no va aparejada con educación y cultura. Más bien, en mucho de los casos es cuestión de suerte, de ser paciente como la serpiente, para procurar estar en el lugar y hora indicada cuando pase el tranvía y gritarle, dame tu mano MORENA.
Entonces tendrás fuertes de probabilidades de resultar agraciado con algún puesto, el cual te garantice, dependiendo el caso de que pases al menos tres o seis años, no de vida útil al pueblo, pero si en lo particular te dará ese tiempo para serás feliz, feliz, feliz.
No importa entonces que no cuentes con educación y cultura, ni tampoco una de las siete virtudes cardinales. La prudencia.
Así púes nos podemos encontrar también en este sub mundo de representantes populares, a muchos que nunca han escuchado el antiquísimo refrán de, calladito te vez más bonito; por lo tanto se creen con el libre derecho de hablar a boca abierta, procurando hablar al menos cien palabras por minuto, que en el mayor de los casos son una diarrea de palabras con estrellamientos de ideas.
Si no los conoces están ahí, siempre en las oficinas mejor refrigeradas de las oficinas de gobierno. Casi siempre, o quitándole lo de casi, desperdiciando oportunidades de dejar huella y buscar beneficio a los que están afuera de su submundo. Entretenidos en tejer enredaderas como las arañas. Analógicamente están como el elefante que se columpiaba sobre la tela de una araña y como veía que la tela resistía fueron a llamar a otro elefante. Así ellos, como ven que el sistema en el que se mantienen resiste, tejen en sus sueños otros lugares u otros sitios donde “poder seguir sirviendo al pueblo”, así siguen pasando otros años no de vida útil, pero si siguen siendo feliz, feliz, feliz.
Ejemplificando este asunto tenemos a un hombre que despacha como o gobernador, según se dice tienen entre sus cualidades el de ser muy locuaz, lo que le permite hablar muchas barbosadas. Ahora con el tema de la pandemia del coronavirus que a todos nos tiene con el alma en vilo y en el que por desgracia, esta maldita enfermedad, transformada en muerte ya ha entrado en muchos de nuestros hogares, dentro del diarreico vocabulario y se sus barbosadas, manifestó que esta enfermedad no afectaba a los pobres. Tal vez el pabellón de su nefasta arrogancia le impida asomarse fuera de su ventana y darse cuenta que los pobres si mueren y mueren en abundancia.
Pero el mal ejemplo cunde de arriba abajo y de abajo arriba y el número uno de este submundo de gobernantes dice que esta enfermedad no le afecta porque tiene un gran valor moral y como consecuencia, día a día pone el mal ejemplo.
La sensatez pues no está entre los buenos oficios de esta elite que en suerte se les da el grado de gobernantes.
Otra más.
Alguien dijo que era la declaración más estúpida, parecida está a las barbosadas de un gobernador, pero ahora estas emanada de la voz de un congresista de Sonora, que emulando al apostal Santo Tomas, según el evangelio de San Juan que no creyó que Jesús Había resucitado. Dicho congresista a pesar de que esta maldita enfermedad ha causado ya en México más de 16000 muertos y más de 135000 enfermos, grita a voz en cuello, con un grito de mentecato, desde su pulpito, ¿dónde están los muertos? ; Que diga alguien si tiene un familiar, una migo, un vecino porque yo no sé de ninguno, es un invento del gobierno.
Qué Bueno que la muerte no ha tocado la familia de este hombre que trabaja como congresista en el estado de Sonora, porque si tiene corazón tendrá que llorar lágrimas de sangre.
Al apóstol Tomas le dijo a Jesús, "Mete tus manos en mi costado para que te des cuenta", a este trabajador del Congreso de Sonora, le basta tan solo salir de su confort e ir algún hospital de cualquier Ciudad de Sonora .
¿Podrá haber alguien que le diga a AMLO, ahora que venga a Sonora, que desde su propio cuartel se le acusa de ser el causante de esta Pandemia, de esta peste?.