Y qué ganaríamos si el señor Alfonso Durazo viniera a gobernar Sonora.
Primeramente habrá que ver con que lenguaje o bajo que doctrina nos hablara, cuando salga en la búsqueda del voto, si el que aprendió bajo la sombras de Luis Donaldo Colosio, el que debe haber aprendido con Vicente Fox Quezada, o ese otro en voga en los neoizquierdistas.
De donde saldrá y quienes formaran ese comité que vaya y le diga que venga a Sonora, que aquí se le espera, tal vez no con los brazos abiertos, que el pueblo esta habido de un personaje como él.
De qué color, o dicho de otro modo, de que partido es el señor Durazo;?.
De qué color o también dicho de otro modo, de que partido, son los que irán a tocar la puerta de su casa o tal vez las fibras de su corazón para decirle que Sonora es de él, de la misma manera que él es de los sonorenses.
Por esto tiempos, muchos son quienes transitan, quizá por moda, conveniencia y también pudiera ser por ideología y convicción en partidos o movimientos de izquierda, entre ellos el emporio que se ha constituido MORENA. Sin embargo en este partido o movimiento se asentaron y se asientan personajes venidos de cualquier rumbo del mundo de la política, lo que lleva a pensar si dichos personajes pasarían la prueba de fuego.
Se dice que la ludopatía es un trastorno en que la persona se ve obligado por una urgencia psicológica incontrolable a jugar y a apostar en forma persistente.
Bien pudiera hacerse una comparación del jugador persistente, que sacrifica en ocasiones todo lo que está a su alcance para seguir en su mundo ludópata, con la persona que abraza la política y hace de ella su modo vivendi, más en estos tiempos que para permanecer en allá es capaz de realizar muchas cosas, entre ellas convertirse en mutante.
La mutación política es un arte, es el andar de partidos de centro, luego a la derecha y el día menos pensado fincarse en los de izquierda, o viceversa. Entonces cual es el fondo de su pensar, es decir de sus convicciones.
Como ofrecer confianza a un mundo electoral si el oferente es practicante de un grupo de tránsfugas políticos. Como podría el elector adivinar o saber cuál es el epicentro ideológico del buscador de un puesto electoral, si se viene de un partido político donde su esencia nada tiene que ver el bien común, sino lo que permea es el afán de riqueza, la filosofía de la libre empresa y el imperativo de la ganancia.
Así pues, que vendrá a ofrecer el señor Durazno que no vengan a ofrecer todos aquellos que busquen como el, el mismo objetivo.
Casi es seguro que será el mismo discurso viejo, de machote, solo matizado con algunos elementos y datos nuevos como lugar y fecha. Dentro de ese discurso viejo tendrán que haber promesas también añejas, del tipo que siempre se ofertan y no se cumplen.
Sería conveniente que los mensajeros que lleven la petición al señor Durazo, le lleven también viejos recuerdos de Cajeme.
Por ejemplo, escrito esta cuando la tarde del 3 de mayo del 2003, en las afueras del mercado municipal en el cierre de campaña del sr. Jesús Félix Holguín, donde por segunda vez buscaba la alcaldía de Cajeme; por esas fechas vistiendo la casaca azul del partido acción nacional, dado que fungía como secretario particular del presidente de la nación , haciendo coro con otros grandes personajes de ese partido, gritaron a los ahí reunidos una promesa a la fecha incumplida..
Bien se recuerdan aquellos gritos que retumbaron el centro de la ciudad y los ahí presentes se entusiasmaron y les creyeron; esa promesa y su reclamo de incumplimiento hoy en día cobra vigencia.
El grito aquel, tal vez bien estudiado y ensayado fue:
Sé que quieren más y mejores empleos, oportunidades de vivienda digna, facilidad para creación de empresas, espacios para el deporte, cultura, esparcimiento.
Sé que quieren mejor seguridad pública.
El público en aquella ocasión dijo: si queremos.
Quizá a cambio del cumplimiento de esa añeja promesa se le de el voto que vengas a buscar, pero desde luego ahora con la premisa de dando y dando.
Hay quienes piensan que probablemente pudiera venir de nuevo al mismo lugar y lanzar el mismo grito. Lo más seguro es que no sean con los mismos actores; no importa, reemplazarlos no cuesta mucho.
Lo importante es que oiga de voz de los cajemense que si quieren entre otras cosas mejor seguridad; que sepa que aquí, desde hace varios trienios se instaló la delincuencia, pues tan solo baste decirle que en el municipio , los guarismos indican que en 2019 se cometieron 431 crímenes dolosos y en lo que va del 2020 se superan los 220 y casi todos están en la impunidad.
Es tanto lo que nos puede ofrecer el señor Durazo, pero también es mucho, mucho. lo que no ha hecho.