Nada cómoda ha sido la situación para el PRI Sonora –léase el PRI del Gobernador- en los amarres de las candidaturas para la jornada electoral del 5 de julio.
Lo que parecía hasta hace poco una hegemonía casi total del boursismo dentro de las huestes priístas, se ve ahora como una influencia en declive a medida que otros grupos dentro de ese partido están reclamando su derecho para postular a candidatos propios.
Primero fue el desafío contra la imposición del candidato oficial a la gubernatura, el cowboy Alfonso Elías Serrano. Apenas éste empezaba a sentirse cuasi-candidato, cuando le cayeron los apaches y le pusieron un “estate quieto que todavía no tienes nada”. Así fue la presentación en escena de cuatro precas muy mencionados en estos días: Gándara, Hopkins, Zatarain y Córdoba.
El episodio más reciente del desencanto alfonsista fue la reunión de los precas con la presidenta nacional del PRI, Bety la Buena, allá en el D. F. Lo que ahí se vio, dicen los que saben, y los que no saben también lo dicen, fue un compló de cuatro contra uno, donde Bety pareció darle por el lado a los montoneros que se cebaron contra el indefenso vaquerito.
Cada vez es más claro que no va ser nada fácil para el PRI Sonora imponer a su candidato a la gubernatura, y si los cuatro incómodos consiguen que la designación se haga con el voto de todos los militantes y de manera anónima, la cosa se pondrá color de hormiga para Alfonso y sus cuates.
Por si fuera poco el enfrentamiento entre grupos, todavía quedaba lo peor para el PRI Sonora y esto es la división de su bloque hegemónico en Cajeme, municipio clave para quienes sueñan con un carro lleno.
La renuncia del dirigente priísta en Cajeme, Alberto Flores Chong, es un mal presagio de lo que puede ocurrir en las próximas semanas y el 5 de julio. El mismo Flores lo advirtió: Si se impone la voluntad de quienes se creen dueños del PRI, este partido tendrá mucho riesgo de perder las elecciones.
Ni más ni menos. Que lo diga un regidor de oposición, no pasa nada. Pero que lo señale el propio presidente del PRI en Cajeme, eso ya calienta.
La renuncia y declaraciones de Flores Chong se dieron, como usted sabe, a raíz de la imposición de Francisco Villanueva como candidato único a la diputación federal del distrito 06. Esta medida evidenció la veracidad de rumores que desde hace tiempo se vienen esparciendo.
Desde la secretaría de Gobierno llegó una orden tajante a los priístas locales, y sobre todo a los regidores que se mostraban renuentes, pero que doblaron las manitas cuando les recordaron a quién le deben obediencia… y punto. Los mariachis callaron y aceptaron la renuncia del alcalde que ahora es candidato.
Sin embargo esta imposición difícilmente podrá repetirse a la hora en que el proceso de selección de candidatos se abra a todos los priístas, algo que reclama la mayoría de los militantes, resentidos porque el cobijo del PRI Sonora sólo alcanzó para unos y se olvidó de muchos.
En este ambiente de pugnas internas, muchos apuestan a la debacle del expartido tricolor (ahora sólo es rojo) en los próximos meses.
Pero no se esponjen porque las cosas no son así de sencillas. Aún con los obstáculos que ahora enfrente, el PRI Sonora tiene un amplio margen de maniobra gracias al control casi absoluto que ha tenido en los últimos cinco años. En este tiempo se ha construido un partido a imagen y semejanza de lo que quiere el Gobernador y los cuadros de base en cada uno de los seccionales es dominado por las huestes boursistas. Además están todas las ventajas que el poder para imponer su juego.
Así que los priístas “independientes” o como se llamen aquellos que no quieren al boursismo, deberán pensarlo muy bien antes de echar sus campanas al vuelo.
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