En abril de 1972 oí hablar por primera vez de esto que siempre he llamado “solución de fondo” para nuestro sistema por todo lo que implica su ejercicio al enseñar a nuestros jóvenes que su participación en el proceso educativo es primordial y que al regresar el dinero que les ha sido prestado contribuyen a la formación de otro muchacho a quien se le prestará el dinero que ellos pagan.
A quien le oí estos conceptos era a Gabriel Betancour en Monterrey, recién había yo tomado protesta como director -después Rector- del Instituto Tecnológico de Sonora en Ciudad Obregón.
En ese año, en octubre, asistí a la Asamblea anual de ANUIES en Tepic y conocí allá al CP Humberto Martínez de León, rector de la Universidad de Aguascalientes, quien también había oído de los préstamos a estudiantes. Comentamos ampliamente la posibilidad de implementar algo como eso en nuestras Casas de estudio. Y él lo hizo desde luego en aquel mismo año o empezando 1973, con éxito desde un principio. Nosotros lo empezamos en Septiembre del mismo año, en forma muy modesta y sin línea de crédito, con nuestros escasísimos recursos y con un poco de resistencia de nuestros alumnos que veían aquello con algo de desconfianza pero ante nuestro entusiasmo y con la ayuda de estudiantes de la Universidad de Aguascalientes a quienes trajimos para platicar con los nuestros, lo aceptaron.
Solicitamos y obtuvimos una línea de crédito en el Banco de México, en el Fideicomiso para el desarrollo de recursos humanos al frente del cual estaba don Oscar Méndez Nápoles, y ello nos permitió descontar los primeros pagarés firmados por nuestros alumnos. Aquello “prendió” rápido y bien y muy pronto aumentaron nuestros recursos propios para lo que venía sucediendo en el ITSON, su transformación en una verdadera Escuela de estudios superiores ya que hasta entonces había sido una buena escuela preparatoria guiada sabiamente por mi antecesor en el cargo, mi inolvidable amigo el ingeniero Marco Antonio Salazar Aínza y formada años atrás por cajemenses comprometidos con la educación como don Moisés Vázquez Gudiño, don Alberto Delgado Pastor y otros cuya lista tengo bien grabada en mi corazón.
Para 1979, el programa del crédito educativo en el ITSON era bien conocido en todo Sonora. Tuvimos la oportunidad de que el entonces candidato a la gubernatura el doctor Samuel Ocaña conociera nuestras inquietudes y logros en este tipo de financiamiento y aquello caló en quien meses después asumiera la titularidad del Poder ejecutivo.
En Septiembre de 1979 me invitó el doctor Ocaña para hacerme cargo de la Secretaría de Gobierno y desde ese puesto ,enviamos la iniciativa al Congreso para crear por ley el FONDO DE CREDITO EDUCATIVO DEL ESTADO DE SONORA. Curiosamente, la ley fue aprobada y discutida por nuestros diputados en Cananea el 1º de Junio de 1980. Los poderes se trasladaron aquel día a nuestra bellísima Ciudad del Cobre como homenaje en los festejos del aniversario de la Huelga que anunció los movimientos que dieron origen a la Revolución Mexicana en 1910.
Nuestros diputados aprobaron unánimemente la iniciativa. De ello existen muchos documentos que así lo acreditan. Me permito poner a disposición de la Sociedad Sonorense de historia tanto la iniciativa como copia del diario de debates y del Boletín Oficial del Estado del 2 de Junio de 1980. También dejo una copia de un editorial del periódico EL IMPARCIAL del 2 de Febrero de aquel año comentando la iniciativa del ejecutivo y haciendo mención de lo que ya se manejaba con éxito en el ITSON.
Las ideas pues, provenían del ITSON y quien las implementó y proveyó para su ejecución en todo el Estado, fue el doctor Samuel Ocaña, de cuya iniciativa me siento profundamente orgulloso por haber participado en ella de la manera apuntada.
Respetuosamente solicito una precisión histórica sobre los inicios y la creación del crédito educativo en el Estado de Sonora.
Hace unos años se celebró en Hermosillo una reunión de la Asociación Panamericana de Instituciones de Crédito Educativo (APICE) cuyo director ha sido desde su creación el colombiano Gabriel Betancur a quien me he referido antes.
Dejo en poder de la Sociedad Sonorense de Historia copia de los siguientes documentos para constancia de todo lo expuesto:
- La iniciativa de ley;
- Convenio celebrado con la Secretaría de Educación Pública el 8 de Marzo de 1980, firmado por el Gobernador Ocaña y el Secretario Fernando Solana para financiar el proyecto.
- El diario de debates del Congreso del Estado del 1º de Junio de 1980;
- Un recorte del periódico EL IMPARCIAL comentando que la iniciativa fue aprobada el día anterior en Cananea.
- El Boletín Oficial del 9 de Junio de 1980 en donde aparece publicada la ley que dio origen al entonces FONDO, después INSTITUTO.
Por supuesto, tengo muchos más documentos para abundar en lo que hoy es un logro indiscutible de los sonorenses ya que –al menos en aquella época- era el único caso en la República de un organismo de esta naturaleza.
Hermosillo, Sonora a 24 de Noviembre de 1998