Los hechos violentos donde han sido víctimas empresarios gastronómicos, han sembrado el temor en este sector que genera una importante cantidad de empleos en Cajeme.
"Nos da miedo crecer", manifestó Alier Chávez, expresidente de la Cámara Restaurantera (Canirac), durante la reunión que socios de este organismo sostuvieron con Ricardo Bours Castelo y Abel Murrieta Gutiérrez.
Aún no se ha llegado situaciones límite como la proliferación de secuestros para pedir recompensa, en parte porque ellos no son ricos sino gente trabajadora que tiene todos sus bienes invertidos en el negocio.
En general comentaron los puntos críticos que urge resolver para que el sector gastronómico recupere su dinamismo.
Además de la inseguridad, se destacó la lentitud de las autoridades cuando se les presenta una denuncia por robo, los altibajos de la economía durante la pandemia, así como la excesiva tramitología para obtener licencias de venta de alcoholes, temas que expusieron los restauranteros ante los dos invitados que el próximo año podrían ser candidatos a Gobernador, en el caso de Bours, y a presidente municipal, en el de Murrieta.
Éste les dijo que podrían hacer sus denuncias a través de internet pero los policías y funcionarios no están capacitados ni hay programas de capacitación para atender las denuncias por esta vía y la consecuencia son errores en el informe policial homologado.
"Ahora se necesitan alrededor de 150 patrullas para ofrecer más seguridad pública en Cajeme, pero sólo hay preuspuesto para adquirir 12", afirmó Murrieta.
Por su parte Ricardo Bours hizo referencia a la falta de transparencia en los gobiernos municipales y estatal.
Los funcionarios, dijo, no tienen idea idea de cuánto vale el dinero pues hablan de millones y millones de pesos invertidos en acciones y obra, pero muchos no tienen ni la más remota idea de cuánto se gasta.