En el deporte profesional de la actualidad es frecuente que jugadores participen en varios equipos durante su trayectoria. Incluso muchos van y vienen de un lado a otro sin su consentimiento, sólo porque el club es dueño del contrato y puede canjearlo como se cambia cualquier mercancía.

Pero esto suele ser excesivo en casos como el de la Liga Mexicana del Pacífico donde todos los días nos enteramos del cambalache entre equipos y así el roster que tenían el inicio de la temporada es muy diferentes a aquél con el cual la concluyen.

Así se va perdiendo la identidad de los equipos, el aficionado ya no tiene ídolos que relacione con la camiseta de casa sino sólo nombres que pueden servir para una serie y después estar con los rivales deportivos.

Hubo un tiempo en el que durante la temporada nos aprendíamos la alineación o line up de memoria y esperábamos ver el orden al bat acostumbrado.

Hoy difícilmente nos podemos aprender el line up de nuestro equipo y ni siquiera saber si tal o cual jugador está en el roster. 

Se pierde así un elemento fundamental, la identidad, que hace más apasionante al deporte.