La rivalidad de bandas de “polleros” fue la causa del asesinato de tres trabajadores indocumentados en un punto cercano a Tucson, asegura Michael O’Connor, comisario del Condado de Pima.
Inicialmente se corrió el rumor de que los crímenes habían sido cometidos por algunos de los ciudadanos norteamericanos que se han unido para detener la ola de inmigrantes de América Latina.
Pero las declaraciones de O´Connor a una agencia de noticias modifica la percepción sobre este problema.
Es común este tipo de enfrentamientos entre bandas de “polleros”, como se les conoce a los contrabandistas de indocumentados, e incluso se tienen registros de que en los últimos meses se incrementado esta rivalidad.
"Realmente nos da la impresión que fue una situación en la que una banda rival de contrabandistas de indocumentados intentaba llevarse a estas personas", dijo O'Connor a la Asociated Press.
Lauren Mack, portavoz de la Agencia de Inmigración y Aduanas, atribuyó el incremento de la violencia a contrabandistas frustrados por los controles fronterizos más estrictos, los cuales incrementan el grado de dificultad para que éstos logren cruzar a indocumentados al otro lado de la frontera con Arizona.
Ese sector fronterizo es el lugar de entrada más activo a todo lo largo de los más de 3.150 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos.
Los contrabandistas de personas ahora deben recurrir al robo de clientes y de empleados de sus rivales debido a la gran concentración de elementos tanto de la Patrulla Fronteriza como de la Guardia Nacional, informó Mack a la AP.
"¿Por qué molestarse por ir a buscar a México a indocumentados que deseen cruzar la frontera cuando es igualmente lucrativo arrebatar cargamentos de inmigrantes ilegales a otros polleros (contrabandistas)?", añadió Mack.
Una vez que las familias o patrocinadores son contactados y pagan el rescate, los inmigrantes son liberados y se enfilan a distintas regiones en Estados Unidos para trabajar, expresó Mack.
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