Popuilaridad gana a protocolos de salud. Y aunque todos los asistentes llevaban puesto el cubrebocas y en el acceso a la plaza había que pasar por un pequeño túnel sanitizador, que quién sabe si sirve para algo, la sana distancia fue suprimida y decenas de personas chocaban unas contra otras, encimadas se empujaban, todas para estar cerca del candidato que encabeza las encuestas hacia la elección para el Gobierno del Estado.

Aquí se acabó el mito de la sana distancia, una propuesta que pronto es olvidada al calor de las emociones políticas. 

Así, recibido por un tumulto que se arremolinaba a su alrededor, Alfonso Durazo llegó a la cita con jóvenes cajemenses en la Plaza Zaragoza.

Les habló sobre la necesidad de cambiar el modelo de política que se practica en Sonora desde hace muchas décadas y donde sólo una élite privilegiada se pasa el poder de famillia a familia, de un grupo político a otro pero donde siempre aparecen los mismos nombres y apelllidos de siempre.

Habló también de su juventud, hizo un breve recuento autobiográfico d elos años mozos cuando debió trabajar en los Estados Unidos para conseguir una lanita que le permitiera continuar con sus estudios. Quiso ser agrónomo y terminó estudiando otra carrera.

Los jóvenes, unos entusiasmados, otros indiferentes, lo escuchaban mientras alrededor de la plaza de movía el gigantesco anuncio del candidato a diputado federal por el PVEM, Alonso Lara, anuncio impreso en la caja de un trailer. "Este le ganó al Borrego", comentó alguien en referencia a los espectaculares móviles del candiato del PRIAN.

Contento con la recepción calurosa, Durazo concluyó y se retiró sin poder esquivar a quienes juntitos cuerpo a cuerpo trataban de saludarlo en persona para decirle como el Gansito. "Recuérdame".