El escenario era casi perfecto: Debate "El Sur de Sonora Decide", evento muy bien organizado, un público atento y políticamente maduro, una amplia cobertura mediática, más que suficiente para un duelo político de altura entre dos candidatos fuertes -Ernesto Gándara y Ricardo Bours- además de Rosario Robles, una candidata inteligente y sensible aunque sin fuerza política.

Pero el debate no ocurrió. Durante casi dos horas los tres personajes expusieron ampliamente sus propuestas sobre desarrollo económico, administración del agua y seguridad pública, propuestas más parecidas entre sí, diríase complementarias, antes que diferentes.

El interés previo estaba puesto en el duelo Bours - Gándara, pero no hubo tal. Ambos se comportaron como dos caballeros, dos amigos de muchos años, incapaces de contrariarse abiertamente.

Las únicas críticas que osaron lanzar al viento fue contra el ausente Alfonso Durazo y el gobierno de la 4T. Obvio, son oposición.

El detalle más llamativo fue tal vez "el reclamo" de Ricardo Bours a Ernesto Gándara por incluir supuestamente al panista padresista Roberto Romero en su equipo de campaña. A lo que un "indignado Borrego" replicó -única réplica de la noche- que el tal Romero anda en la campaña de Durazo. Señalamiento y aclaración parecieron más bien un recurso de lucha libre, de esos que se preparan de antemano.

El repudio exhibido por Gándara contra un padresista fue como si nadie supiera que tiene el apoyo del partido y de la mayoría de funcionarios que un día tuvo el gobernador Padrés.

Fuera de ese detalle el tiempo transcurrió con muchas buenas propuestas, al fin y al cabo son candidatos.

No hubo debate pero sí un perdedor: Ricardo Bours por desaprovechar la oportunidad de sacudir a Gándara y quitarle el segundo lugar en las encuestas. A menos que ya no tenga interés en rebasarlo.