En el debate el Sur de Sonora Decide hubo de todo menos debate entre los 3 que asistieron y se notó una clara estrategia de “tírale al negro” por parte de los candidatos Ernesto Gándara y Ricardo Bours. contra Alfonso Durazo, quien no asistió porque su fuerte no es debatir,
En las pausas que hubo durante el evento fue notorio el “cuchicheo” entre el representante del partido naranja y el “Borrego” multicolor, para luego hasta sonreír al unísono por sus travesuras, frente a las cámaras que captaron la escena.
El pacto de caballero fue tan evidente que hasta las porras de ambos aspirantes se coordinaron mientras hacían su chamba afuera del recinto: “Yo si le voy, le voy al Borrego”, seguido sin interrupciones de un “yo si le voy, le voy a Ricardo”.
El morenista Alfonso Durazo “se las olió”, cada quien su estrategia, pero es muy sintomático que no venga a dar la cara al epicentro de la violencia en Sonora y a defender su paso por la Secretaría de Seguridad Pública, cuyos números lo delatan.
Hay que recordar que en la campaña del 2006, la inasistencia a uno de los debates le costó varios puntos al candidato Andrés Manuel López Obrador, que fueron claves en su cerrada derrota, entre otras causales. Es lo malo sentirse ganador por adelantado.
La otra cosa que dejó claro este encuentro es el alineamiento de los candidatos Ernesto Zatarain (PES) y Cuauhtémoc Galindo (FSP), que tampoco asistieron y que se situaron como viles satélites del candidato oriundo de Bavispe.
“Por motivos de agenda” fue la disculpa que alegaron para cancelar de último momento Galindo y Zatarain. Y aquí es cuando uno se pregunta, pero qué necesidad de que con recursos públicos se financie a candidatos con olor a estafa.
A propósitos de estafas, llama la atención que ninguno de los candidatos mencione el caso Telemax por el desvío de 267 millones a empresas fantasma, más ahora que la Contraloría inhabilitó por 10 años a su extitular, Daniel Hidalgo Hurtado.
Se entiende aunque no se justifica que Gándara Camou no cuestione a la gobernadora Pavlovich (“totalmente honesta”) porque está amarrado y que Alfonso Durazo haya reculado en sus críticas hacia la mandataria por posibles pactos inconfesables.
En la campaña del 2018, Durazo se le fue a la yugular a Manlio Fabio Beltrones y su grupo de interés que incluye a Pavlovich, pero hoy se limita a hablar de un grupo “hegemónico” – sin nombres ni apellido- que ha hecho fortunas desde el gobierno.
Queda el candidato Ricardo Bours, quien tiene en sus manos la elección del 6 de junio si atendemos a las proyecciones de intención del voto. Ayer se pudo observar cierto coqueteo, que anuncia el voto útil con la intención derrotar a los profetas de la 4T.
De lo contrario, no veo cómo puedan superar no a Durazo sino a la marca Morena, pues la mentada alianza tampoco tiene una propuesta más allá de sus fobias hacia el gobierno de AMLO. Siguen siendo los mismos con más (PRI-PAN-PRD) de lo mismo.