Referente al DÏA DE LAS MADRES que se conmemora en varios países, existe abundante información en los medios digitales y en libros clásicos desde la época de la Grecia clásica, donde festejaban a la diosa Rea, madre de Zeus, el “jefe máximo” del politeísmo griego. Posteriormente, en el Imperio Romano, la festividad se nombraba “Hilaria”; con el surgimiento del cristianismo iniciaron la celebración por la Inmaculada concepción, en honra de Nuestra Señora la Virgen María, madre de Nuestro Señor Jesucristo (para los creyentes católicos).
Un poco más cercano a nuestra época, a finales del siglo XIX y Principio del S. XX, dos mujeres estadounidenses: Julia Ward Howe y Ann Marie Reeves, reivindicaron el reconocimiento de las mujeres madres o no. Ward fue una mujer activista de la ciudad de Boston que en 1872 organizó encuentros sociales para celebrar a las Madres de la ciudad y del País. Ella, poetisa, escribió la canción The Battle Hymn of the Republic (Himno de la batalla de la República) y su Proclama para el día de las madres (1870).
Ann Marie Reeves, constituyó la Asociación Internacional Día de la Madre en 1905 para reconocer el trabajo de su madre Anne Marie Revees Jarvis, quien lucho en la Guerra Civil de los Estados Unidos y por crear mejores condiciones sanitarias en los ejércitos enemigos.
Fragmentos de la canción The Battle Himn of the Repúblic.
De Julia Ward Howe:
"… Así como seas con mis escarnecedores, / así será mi gracia contig ; /Deja al héroe nacido de mujer,/ aplastar la serpiente con su talón. /Ya que Dios está marchando"
(Coro)
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya! / ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya! / ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya! / ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!/ Su verdad está marchando…
En los Estados Unidos, el día de la madre se celebra el segundo domingo del mes de mayo. Reconocer el papel no sólo de las madres sino de cualquier mujer que dedique su tiempo y esfuerzo a cuidar de los demás y transmitir un mensaje de amor, paz y ayuda a nivel social y familia. En 1904 el Presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson, proclamó el Día de las Madres, en la fecha propuesta por Ann Jarvis. (https://culturacolectiva.com/historia/cuando-y-como-se-celebra-el-dia-de-la-madre-en-EstadosUnidos ).
En México, la celebración oficial del Día de la Madre, fue en 1922, por una iniciativa del periodista poblano Rafael Alducín, director del periódico Excélsior, propuesta que respaldo José Vasconcelos, el entonces Secretario de Educación Nacional. También en nuestros México tuvimos a las abnegadas Adelitas, que acompañaban a los “alzados” revolucionarios cargando sobre sus espaldas envueltos en un rebozo (ahora se nombra sofisticadamente, “fular”) a sus bebes y hasta una carabina 30-30 en sus manos.
El Día de las Madres asignado, es para otorgar – en ocasiones tácito- un reconocimiento a la mujer “que nos amó, antes de nacer” (frase en el monumento a la madre, en la Cd. México), incluso desde el inicio de la concepción y después del nacimiento. En un acto de abnegación, entendiendo por esto: Renuncia voluntaria a los propios deseos, afectos o intereses en beneficio de otras personas. El termino es aplicable a otros actos virtuosos, y heroicos. Es una virtud de las personas humanistas, de la mayoría de las mujeres que han procreado, criado y protegido al ser más vulnerables de todos los seres vivos del planeta en las etapas de su crecimiento y desarrollo (la niñez). Un niño concebido y que por “ius naturale” convierte a la maternidad, en una “institución nacidas por la razón natural”. “Como parte de la preservación de la especie”. Como una complementación natural, ahora ética, moral, e implícita paternidad responsable de una mujer y un hombre.
Mientras en casi todo el mundo se celebra el segundo domingo de mayo, la historia de la adopción del 10 de mayo como Día de las Madres es controvertida y ha desatado polémica, pues al parecer se trató de un esfuerzo para acallar el feminismo que nacía a principios del siglo XX en México (https://www.milenio.com/cultura/madres-mexico-origen-oculto-10-mayo. 9-05-2018). (según estos grupos). Los enconos de grupos feministas se vienen presentando desde 1916, a partir de la participación de Martha Acevedo en el primer congreso de estos grupos en Yucatán México.
Las acciones misóginas ancestrales, fueron el activador principal de estos grupos. Esto, hay que reconocerlos. Pero no a todos los hombres se deben “adjetivar”, pues se cae en lo contrario, en el odio de las mujeres por los hombres (misandria). Es negar que existen hombres responsables de la paternidad que respetan el derecho de las mujeres a desarrollarse y realizarse cómo cualquier ser humano, a pesar del “misogismo ramplón” persistente en algunos a la fecha.
Ejemplos existen, y en la mayoría de la esencia de los sexos biológicos (mujer y hombre) e incluso la maternidad, no ha sido un impedimento- actualmente- para la realización de las mujeres en sus aspiraciones, cuando mujer y hombre se complementan en todo. Pero, cierto hay mucho por hacer en este aspecto donde la parte básica es la educación. Ambos, mujeres y hombres, a través de la paternidad responsables debemos contribuir que estas “diferencias” no existan, entre otros aspectos, señaladas por la “ideología de géneros” no siga generando “una guerra por la natural diferencias de los sexos”, más SI, en otros muchos aspectos, como la igualdad de oportunidades.
Grandes mujeres, madres, han contribuido en esto, en ciencias, socio-política, literatura, hasta en las labores del campo, etc.
Mi madre, fue una mujer de lucha, descendiente de un revolucionario “desconocido” por la historia. Fue maestra rural, casada con mi padre, un ranchero; tuvieron 10 hijos, las cinco primeras mujeres de seis, cuatro hombres (uno fallecido a pocos meses de nacido). Mi padre y mi madre las cuidaban con mucho cariño (“como las hijas del “amapolo”), felices con sus hijas.
Una de mis hermanas mayores, cuando faltaba el vaquero que ayudaba a mi padre en las faenas del rancho, le ayudaba desde arrear al ganado, ordeñar a las vacas y cortar leña. Ella junto con las tres hermanas mayores, fueron unas excelentes maestras, madres, abuelas y ahora bisabuelas.
Por mi madre – lectores y bohemios- me hice profesionistas, porque siempre le insistió a mi padre emigrar del pueblo, para darnos la oportunidad de estudiar. Después de la muerte de mi padre, mi madre trabajaba arduamente para completar “el modesto giro” que enviaba mensualmente para continuar con mis estudios. En una ocasión, para completar parte de aquella mensualidad, tuvo que vender una hermosa medalla (muchos años después de su muerte, la persona que la compró se la regaló a mi hermana mayor). Mi adorada madre murió (hace 45 años), cuando yo realizaba el servicio social obligatorio, en un pueblo de la Sierra de Chihuahua, antes de que concluyera ese último año de mi carrera profesional (Novela: De la Muerte a la vida. Dr. R.H. Campa G.).
Hoy, después de más de un año de la Pandemia, fuimos a visitar su tumba; mi esposa, una de mis hermanas y yo. Pensé en ella y su voluntad para sacarnos adelante, para hacernos hombres y mujeres de bien. Ciudadanos responsables. Cómo no reconocer cada ser humano a las abnegadas madres que dan todo por sus hijos e hijas.
Quien no ame a una madre es que nunca la tuvo. Siempre brindaré por la mujer, que desde niño me arrullo en sus brazos y que me alimento con lo mejor con que se puede nutrir a un ser humano…CON EL AMOR DE UNA MADRE. Y “más mejor”, también con un buen padre.
Qué afortunado fui y soy…porque tuve a ambos. Por Siempre: FELIZ DIA DE LAS MADR