Con la ausencia del alcalde interino Roberto Zaragoza, se llevó a cabo una de las sesiones de Cabildo más trascendentes en la historia reciente de nuestro Municipio.
Mientras los regidores votaban el regreso o no del exalcalde Villanueva, éste ya se encontraba en "sus" oficinas de Palacio, esperando que se cumpliera con el trámite de la aproabción.
Luiego vino la sorpresa de la rectificación y rechazo a la petición de Villanueva. Ahora Zaragoza deberá asumir de nuevo su responsabilidad de alcalde interino, pero ya cuenta con el antecedente de "haberse escondido" en un momento crucial para la Comuna a la que se comprometió a servir.
En estos días, Cajeme tendrá un alcalde interino con poca fuerza, pues no sabrá si se va o se queda, si sólo quedará para la historia como el que le cuidó el banco a Villanueva.
Al mismo tiempo el exalcalde FVS estará ansioso de que le permitan el regreso, y en medio de los dos -Villanueva y Zaragoza- estará un grupo de funcionarios de primer nivel que no obedecen a uno ni a otro, ni siquiera actúan por el interés de los cajemenses sino por el de su grupo político.
En resumen, a Cajeme le esperan días difíciles por un vacío de poder que hará sentir sus efectos. |