¿Por qué únicamente Ocaña?
Carlos MONCADA OCHOA
Lunes 13 de Septiembre de 2021

Al acto de protesta del gobernador Alfonso Durazo la madrugada de ayer fue invitado especial el ex gobernador Samuel Ocaña (y también al mensaje de mediodía), ningún otro ex gobernador. Esto implica dos cosas: primera, que se reconoce como buen gobernador al de Arivechi; segunda, que NO se reconoce de igual manera, puesto que no fueron invitados, a Manlio Fabio Beltrones, Armando López Nogales, Eduardo Bours y Guillermo Padrés. Es válido inferir que esos cuatro no mostraron las cualidades de Ocaña cuando ejercieron el poder.

Y conste que Jesús Manuel Acuña Méndez, colaborador cercano de Durazo, escribió el domingo en El Imparcial “Considero que el sexenio de Bours tuvo luces dignas de ser resaltadas”.

A mí no me cabe duda de que Samuel manejó con rectitud las finanzas, pues aunque hubo derroche por el lado de las relaciones públicas (léase prensa chayotera), no alcanzó los escandalosos niveles del padresismo. Pero me pregunto si se define un buen gobernador solamente por no avorazarse sobre el presupuesto. Creo que debe demostrar la rectitud, asimismo, en campos no económicos pero igualmente importantes a la luz de la ética. Hablo del manejo limpio y democrático de los deberes electorales.

El doctor Ocaña, como se recuerda, abogó durante su último año de gobierno por un candidato priista que hubiera vivido siempre en Sonora, y cuando el presidente Miguel de la Madrid dio el infamante dedazo en favor del desconocido y nada carismático Rodolfo Félix Valdés, dobló las manos y aceptó la imposición. Félix no sólo ganó el Ejecutivo sino TODAS las diputaciones locales y TODAS las presidencias municipales. Ni Félix Valdés lo creyó.

No creo difícil aceptar que un buen gobernador debe ser bueno en todos los frentes, y que no debe permitir que se roben dinero y tampoco que se roben los votos. Estimo al doctor Ocaña y estoy de acuerdo en que se le aplauda. Se le puede defender con el viejo argumento de que “crímenes son del tiempo no de España”. Todos hacían trampas y éstas no eran sancionadas si se hacían con habilidad. En ese caso hasta las festejaban. Pero ya que entramos a un ciclo de esperanzas, no estaría mal extender las aguas purificadoras de la 4T al ámbito electoral.

 

JUICIO CLARO Y TERMINANTE

El que terminó el domingo fue “un sexenio perdido”, dictaminó el gobernador Alfonso Durazo. Los números y porcentajes que presentó como sostén de su juicio fueron definitivos y convincentes.

Es doloroso enterarnos de que la deuda pública que hace seis años recibió Pavlovich de Padrés subió en un cien y fracción más por ciento. Y no hay más remedio para salir del abismo que un apretón colectivo del cinturón. Después de que lea hoy las opiniones de mis colegas sobre el mensaje de Alfonso Durazo, veré si me dejaron algo qué comentar mañana.

carlosomoncada@gmail.com

 
 

Copyright © 2006-2025. Todos los Derechos Reservados
InfoCajeme
www.infocajeme.com