Las echadas de que en las diez semanas que lleva el actual gobierno había bajado unos puntos el homicidio, se desvanecieron en segundos en el sangriento atentado de Guaymas. Y con todas las agravantes del mundo: asesinaron a una mujer el día en que conmemoraban el Día Internacional contra la violencia a la mujer; la mataron en pleno día en presencia de las autoridades civiles obligadas, por cierto, a combatir la violencia.

Siempre que, como ese día, se lleva al cabo un desfile público en defensa de cualquier causa, se destaca un grupo de agentes para que garanticen la seguridad de quienes desfilan y de quienes lo presencian. Se supone que había agentes con ese encargo. ¿Eran de esos enormemente gordos imposibilitados para correr tras el ladronzuelo que le arrebata el bolso a una dama? ¿O de los que se escarban la nariz y cazan moscas mientras aguardan que el turno termine?

Parece que nadie advirtió que se aproximaban los pistoleros. Pero en los medios si de inmediato, que se habían movilizado al puerto funcionarios “de los tres niveles de gobierno”.

Es impresionante que se muevan con esa prisa DESPUÉS de que se registraron las muertes cuando el ciudadano, iluso, espera que tomen las precauciones pertinentes. Destruida la existencia de quien comienza apenas a vivirlas no tiene ninguna excusa. Mataron a Marisol. Si localizan a los criminales y aclaran por completo el caso, ¿aguardarán elogios de la prensa?

HONOR A QUIEN HONOR…

Lo que sea de cada quién: los cajemenses saben (sabemos) reconocer y premiar los méritos. Por algo escogieron a María del Rosario Oroz Ibarra, Chayito Oroz, como ciudadana distinguida. La trayectoria de esta guapa mujer siempre me ha fascinado. A su carrera política va ligada su preparación profesional y sus méritos en la docencia.

Fue activa diputada local en la década de los años noventa, y diputada federal en el primer trienio del Siglo. Se puede hacer una larga lista de las iniciativas que promovió en beneficio de todos los sectores de la población sonorense, pero lo que poco se comenta es que publicó un libro de matemáticas para los estudiantes. Que una mujer construya una sólida carrera política y además enseñe matemáticas es algo que no se ve todos los días.

Es una lástima que no haya sido llevada a la presidencia municipal de Cajeme (lo que me obliga a admitir que los cajemenses no siempre son listos); fue un error haberle negado la candidatura como lo prueba el hecho de que la oposición ganó la alcaldía en esa oportunidad.

Pero esto es agua pasada. ¡Mil felicidades a Chayito Oroz por el presente reconocimiento!

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