Imposible cerrar los ojos ante la evidencia de que los contagios se multiplican cuando el mal llega, y por segunda vez, hasta el Presidente de la República. Los síntomas son leves, qué bueno, según lo anunció el mismo mandatario, pero esto no borra su caso de la estadística.

Por otro lado, tiene razón el Secretario de Salud del Gobierno de Sonora al señalar que los contagios derivan de la constante convivencia de la gente en grupos, no sólo en las obligadas reuniones familiares y sociales, sino inclusive en el recorrido por tiendas y el contacto inevitable en la calle con muchos otros transeúntes, todo ello favorecido por las festividades de Navidad y Año Nuevo. 

En consecuencia, dado que han terminado esas situaciones de contagio, la tendencia a la baja se advertirá pronto. Ojalá. Es bueno saber, y no sólo lo sabemos por lo que se publica, sino que muchos de nosotros lo experimentamos en carne propia, que las autoridades hacen lo suyo en la prevención y los tratamientos de la enfermedad.

Y por otro lado, cualquiera que sea el grado de peligro de contagio, es admirable dar testimonio de que hay funcionarios empeñados en abrir caminos hacia la normalidad mediante el celoso cumplimiento de su deber. Leo con gusto el programa de actividades que anuncia la directora general del Instituto Municipal de Arte, Cultura y Turismo de Hermosillo, Marianna González Gastélum, que abre oportunidades a ciudadanos que deseen participar en él. La convocatoria estará vigente todo el mes. Nada de retraerse al encierro seguro, sino entregarse a la creación y al disfrute de la cultura que mantiene en alto la mente y el espíritu.

Antes había formulado un anuncio similar, en la esfera de su competencia, la artista plástica Marisela Moreno, directora de MUSAS, mientras que los directores de la Orquesta Filarmónica de Sonora, la Banda Sinfónica y la Orqueste Juvenil Sinfónica siguen de frente, sin transición entre gobiernos, en su tarea de enseñar y difundir la música.

Todos ellos son héroes y heroínas en la batalla contra la pandemia, y no vacilo en colocarlos al nivel de los médicos, enfermeras y personal de clínicas y hospitales, aunque ocupen trincheras distintas. El esfuerzo de quienes mantienen sano el físico y el de los que sensibilizan y alimentan la mente y el espíritu mantiene viva la esperanza.

BIEN POR GUAYMAS

La presidenta municipal de Guaymas se niega a autorizar la celebración del Carnaval, de gran tradición en el puerto y magnífica fuente de ingresos para el erario. Se había vuelto costumbre conceder el monopolio de la venta de cerveza a una sola fábrica a cambio de una considerable cantidad de dinero que los fabricantes recobraban con creces en cuanto mayor era la borrachera pública.

Y por vías no criticables, los hoteles, los restaurantes, los comercios en general, obtenían envidiables ingresos. Pero frente a la mejora económica que sería posible este año se encuentra la amenaza de que el covid cobrara una elevada cuota de enfermedad y de muerte. Aplauso y apoyo solidario para decisión de la señora alcaldesa.

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