Desahogaré algunos puntos que me quedaron pendientes en la columna cultural de ayer, Al promover la presentación de la Banda Sinfónica de Sonora en el FAOT que acaba de terminar, los publicistas subrayaron que sería la primera vez que tocaría ese conjunto en los conciertos de gala. Para un gran número de sonorenses no fue eso una noticia pues la hemos escuchado en diferentes lugares, para el director Renato Zuppo y sus músicos, sí, pues el escenario del FAOT se supone que es para consagrados.
Es admirable que la Banda, desde que agregó a su nombre la connotación “sinfónica” haya avanzado tanto en la estructura de un repertorio clásico selecto. Pero a cambio de una segunda orquesta sinfónica, perdimos a la legendaria Banda de Música del Gobierno del Estado, que durante muchos años conservó viva la pléyade de polcas, marchas, valses y otros ritmos que atesoramos en los discos que editó el gobernador Samuel Ocaña. Y ni la Orquesta Típica Sonorense, que también hiló bellezas con esa música, existe ya para recordarla. Pero, en fin, se logró el objetivo: tocar en la gala del FAOT.
Me encantó la voz del joven tenor Ernesto Ochoa, acompañado sabiamente al piano por el maestro Emmanuel Sabás. Nos dio un paseo por la morada de los inmortales: Schumann, Fauré, Rossini, Gounaud (el aria “Demeure chaste et pure”, una de mis predilectas), Bellini, Puccini (“Recondita armonía”, de Tosca)- No tomé apuntes, pero me parece que abrió la velada con “Dein ist mein ganzes Herz” que escucho desde hace cuando menos medio siglo en un disco L. P. en la voz de Richard Tauber. Mi agradecimiento para Ernesto.
Me queda pendiente un elogio para una excelente soprano que no fue, desde luego, la llamada Morgana Love, una activista de gestos teatrales que se abrió paso en el FAOT para hacer política sobre la heterogénea serie de prácticas sexuales. Fue la noche con fallas de trasmisión que impedían entender sus frecuentes rollos al micrófono.
LOS LIBROS DEL COLSON
Dejé en noviembre, igual que en otras instituciones que publican libros, un documento para el Rector en el que explico el propósito que varios escritores perseguimos al haber iniciado la creación de la Biblioteca Cultura Sonorense, y una solicitud para que el COLSON done algunas de sus obras. Como han pasado dos meses sin respuesta de ninguna índole, asumo que ésta es negativa. Ni hablar. No tiene El Colegio la obligación de regalar nada a nadie.
Lo comento ahora porque advierto, en el programa de celebración del cuadragésimo aniversario, que a mediados de marzo habrá una Feria del Libro en Ciencias Sociales. ¿Alguien puede informarme si habrá rebaja de precios o me resigno a mochar mi pensión cada mes para irlos comprando ya al precio actual?
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