Ayer por la tarde me hizo una entrevista, en Radio Sonora, la incansable promotora cultural y escritora Silvia Teresa Manríquez, directora del programa “De Letras, Corazón”.. El tema fue el avance del proyecto Biblioteca Cultura Sonorense. Con unos días de anticipación me preguntó qué música prefería como fondo musical y sin titubeo le contesté que música de Arturo Márquez.
El gobernador Eduardo Bours tuvo la feliz idea de darle al pueblo de Sonora una marcha que le sirviera de inspiración y estímulo en todos los actos de su vida, y la idea aun más feliz de encargársela al genial Márquez, hijo de Navojoa. La estrenó la Orquesta Mexicana de las Artes bajo la dirección del maestro Eduardo García Barrios, en el Festival de Álamos de 2005. Se llama “Aurora del Norte”, en recuerdo de la madre del autor.
La marcha es una belleza rítmica que alcanzó creciente éxito y mientras Bours fue gobernador la utilizaron para abrir y cerrar sus programaciones tanto Radio Sonora como Telemax. La primera produjo el disco que llevé ayer para que se tocara a mitad de la entrevista.
En 2009 concluyó el sexenio de Eduardo y entró Guillermo Padrés, y como todo político de limitados alcances, trató de borrar las huellas de su antecesor tendiendo mantos de silencio sobre su legado. La marcha dejó de tocarse en los medios oficiales.
Hace unos tres años, durante una rueda de prensa convocada por el Instituto Sonorense de Cultura para dar a conocer el comienzo de temporada de la Filarmónica, la Banda de Música y la OJUSSON, pregunté al director Mario Welfo Álvarez, por qué no volvía al repertorio de esos conjuntos la “Aurora del Norte”, y me contestó que estaba por visitar Sonora Arturo Márquez y en cuanto llegara se vería el asunto.
“Fue una respuesta tonta –dije anoche a Silvia—de alguien que creyó que le hablaba a un tonto”. ¿Para qué aguardar que viniera el autor si la obra estaba ya grabada y seguramente la Filarmónica guardaría la partitura?
La entrevista fue muy agradable. Hizo una relación general de los donativos de libros que hemos recibido y se comunicgaron amigos escritores de Nogales, Ciudad Obregón y Hermosillo. Silvia y el ingeniero Guadalupe Gálvez Álvarez donaron sus libros. Anuncié la “operación cambalache” que consiste en regalar ejemplares de mis libros a cambio de los que envíen o lleven a mi casa.
Pero lo más satisfactorio para mí, en lo personal, fue escuchar la marcha de Arturo Márquez en la Radio que produjo el disco, rompiendo la absurda prohibición impuesta por Padrés. Fue una dosis de justicia para el artista, y sobre todo, para el pueblo que está ayuno de Arte. ¡Saludos, Arturo!
Carlosomoncada@gmail.com