Alejandro Mungarro Daniels

Se cuenta que en el año de 1925, José Camalich perfora un pozo para extraer agua para abastecer de este líquido a los habitantes de ese sector de la ciudad, en el lugar que después se conocería como plazuela Dipo. Este pozo fue administrado durante un tiempo por Matías Méndez Limón, quien sería después alcalde y personaje central en la historia política de Cajeme.

El terreno abarcado por la plaza Dipo seria aprovechado como lugar de esparcimiento por los habitantes de esos rumbos y al poco tiempo pasaría a ser también lugar preferido por la clase política de oposición, desde antes de la expropiación del Valle del Yaqui en 1937. 

El 15 de marzo de 1940, durante el mandato de Ignacio García, que había llegado a la alcaldía con el apoyo de la CTM, en junta de cabildo se toma el acuerdo que hasta la entonces llamada plaza del Tinaco o Dipo, a partir del 18 del mismo mes, en honor a la expropiación petrolera y en la celebración de su segundo aniversario llevaría el nombre de "Plaza 18 de Marzo".

A la plaza compendida entre las calles Veracruz, Puebla, Zaragoza y Galeana a partir de esa  fecha se le empieza dar toques de embellecimiento.

A Ignacio García le quedarían nueve meses de su interinato para entregarle el mando municipal a Faustino Félix Gastélum, a quien le habían arrebatado la presidencia municipal el 16 de septiembre del año anterior. A partir de esta fecha correría el tiempo parea hacerle arreglos a esta plaza, hasta entonces considerada la principal y la única con que contaba de la ciudad. No fue mucho lo que alcanzó a hacer, quizá lo único cercar todo su perímetro con alambres de púas.

Félix Gastelum, a través de un amparo retoma el poder municipal el 1 de enero de 1941. El tiempo de su gobierno sería poco menos de nueve meses, tiempo en el cual se empieza a dar una verdadera transformación a dicha plaza. Se plantaron árboles y plantas de ornato, quitando el cerco de alambre que la rodeaba.

Félix Gastelum aprovecharía el mes de septiembre, Mes de la Patria, que coincidía con la fecha de cambio de poderes municipales por lo cual organizó la reinauguración de la la plaza, para ello convocó a la sociedad cajemense, entre ellos a los representantes de la industria, comercio y agricultura a contribuir con el ayuntamiento para este fin.

A través de esto se logró la construcción de banquetas y la donación de bancas que fueron colocadas en las aceras de las calles que rodeaban la plaza.

Todo esto para la ceremonia de cambio de poderes y festejos de las fiestas patrias del 16 de septiembre de 1941.

Como parte de estos festejos en lo que sería la reinauguración de la plaza se nombró una reina, la señorita María Luisa Chávez Parra, quien prestaba servicios de secretaria en el ayuntamiento.

En la siguiente administración el alcalde Abelardo B. Sobarzo clausuró el pozo que databa desde 1925.

A la llegada de Heriberto Salazar a alcaldía, la plaza, ya  más modificada, después de mucho tiempo que la ciudad no contaba con biblioteca, en ella funcionó por breve tiempo la biblioteca Vesta, auspiciada por ese Club. Pasado el tiempo, durante la administración de René Gándara, en agosto de 1958 y cumpliendo interinato Antonio Valdez, se inaugura en ella el Centro Cultural Ostimuri.

Varios son los gobiernos municipales que han contribuido para que esta plazuela siga siendo un símbolo de la ciudad, no obstante varias son las administraciones que la han dejado en el abandono creando entre la ciudadanía desconocimiento de su valor histórico.

No obstante los partidos políticos llamados de izquierda la han seguido tomando como su refugio, su baluarte.

En cuanto a esto, Javier Lamarque Cano, militando en el PRD cuando alcanzó el triunfo y con ello la alcaldía en julio de 1997, fue donde convocó a los militantes de ese partido para celebrar su victoria. También el alcalde actual Pablo Mariscal Alvarado convocó a sus seguidores a ese sitio para el cierre de su campaña, no obstante no celebró su triunfo en ese sitio.

Este pasado 18 de marzo, la plazuela bautizada así el 15 de marzo de 1940 cumplió 82 años, aunque después se le cambiaria el nombre por el de Lázaro Cárdenas. En esta fecha las autoridades como era preciso festejaron el aniversario de la Expropiación Petrolera, pero no hubo ninguna mención por las ocho décadas de ayer de este recinto emblemático para la izquierda local.