Que convocar a los mexicanos para que voten por la revocación o la confirmación de su mandato lo hace el presidente AMLO para dar gusto a su ego, escribe esta semana un tonto… o abusado con malas intenciones.
Extraño es que digan que AMLO invita a un acto nacional para halagar la vanidad que no tiene, si da pruebas de su desinterés en la riqueza y de la sencillez de su vida un día sí y el otro también.
No, mentes estrechas, hay que hacer un análisis breve, libre de prejuicios políticos, para ver lo mucho que nos espera después del próximo domingo. Para nadie será una sorpresa que López Obrador gane por amplio margen la confirmación de su mandato, pero no se trata en el fondo de él, sino ¡del futuro político de México! Una vez que se haya llevado al cabo, en acatamiento de lo que ordena la Carta Magna de la República, la votación, quedará sentado el precedente de que todos los presidentes del futuro tendrán que someterse a la misma prueba con este resultado: o te confirma el pueblo en tu cargo o te vas con tu música a otra parte.
De ahí que los políticos de viejo cuño, comenzando por los que se han hecho millonarios en el Instituto Nacional Electoral, han tramado barbaridades para frustrar la consulta, alientan la esperanza de recuperar un día el poder y no querrán topar en su camino de corrupción con la posibilidad de que el pueblo los corra.
Y eso no es todo. Cuando se vea que la revocación de mandato funciona en cuanto a los presidentes de la República, los ciudadanos de todo el país tendrán la puerta abierta para que en cada entidad federativa exijan la modificación de sus respectivas constituciones a fin de que se aplique la prueba del ácido también a los gobernadores.
Imaginen el enorme monto de lo que nos hubiéramos ahorrado si a la mitad del gobierno de Guillermo Padrés hubiéramos tenido la herramienta legal para expulsarlo del gobierno. ¿Revocación o confirmación? ¡Y vámonos a robar a otra parte!
No quiero inquietar demasiado al mundillo político local dándole vuelo a mi imaginación, pero si continuamos por este camino democrático, es posible no sólo que los gobernadores se sometan a la prueba de “confirmación o revocación”, sino también los presidentes municipales y quién sabe cuántos funcionarios más. Por ahora dejaré el tema aquí, no sin reiterar con claridad que lo del domingo no es ocurrencia, una puntada, sino el movimiento de pies que se adelantan para posarse en el futuro. Haremos bien en contribuir a ello.
¡SÍ SE PUDO!
¿Se puede convocar a una manifestación de apoyo a López Obrador con motivo de la consulta del domingo 10?, se preguntó un joven conductor de escuchado noticiario.
Formuló la pregunta un día después de haber aparecido, ante el secretario de Gobernación y el gobernador del Estado, una apabullante multitud de 25 mil personas en apoyo de su Presidente.
¿Tiene sentido especular al respecto, inclusive formular la pregunta, si la realidad demostró a los cuatro rumbos que sí, que se puede, y que se pudo? Y en unos días volverá a ser posible.
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